SEMANA SANTA

En Más de uno Alicante analizamos la condena a Jesús de Nazaret, sin juicio y sin las garantías procesales de cualquier reo

Los escritores Julio Calvet y Manuel Avilés, aseguran que Jesús fue un preso político condenado a muerte por las autoridades de la época, al ser percibido como una amenaza para el orden establecido por el poder romano

Luz Sigüenza

Alicante |

El preceso de Jesús

En la habitual sección de los martes, Onda Literaria, hemos mantenido una interesante tertulia en la que analizamos el proceso de Jesús, que además da título al libro de Julio Clavet, escritor y magistrado alicantino.

Calvet y Manuel Avilés han analizado cómo ocurrieron los acontecimientos respecto a la detención y posterior condena a muerte del que se hizo llamar hijo de Dios.

Jesús de Nazaret fue condenado a muerte principalmente por razones políticas y religiosas. Según los relatos bíblicos, Jesús era un líder religioso y predicador que desafiaba las autoridades judías de su tiempo, cuestionando su autoridad y enseñando doctrinas que eran consideradas blasfemas por algunos líderes religiosos.

Además, desde el punto de vista político, las autoridades romanas, representadas por el procurador Poncio Pilato, veían a Jesús como un potencial agitador que podría incitar a la rebelión contra el dominio romano en la región. Aunque Pilato no encontró ningún delito digno de muerte en Jesús, cedió a la presión de los líderes judíos y permitió su crucifixión para mantener la paz y el orden público.