Según ha explicado Pacheco. la solidaridad, no es solo un acto de compasión, sino un reflejo del compromiso y la responsabilidad que las personas sienten hacia los demás. La ayuda que se da —ya sea a través de tiempo, dinero, recursos o conocimientos— muestra el verdadero valor de una sociedad cohesionada y generosa. Además, Pedro Amorós, asegura que en el caso de desastres, esta reacción social actúa como un antídoto contra el miedo y la desesperanza, devolviendo la confianza a aquellos que han sufrido pérdidas.