El problema de las cabras silvestres en la sierra de Callosa de Segura, Redován y Cox, no es nuevo. Data de décadas atrás cuando fueron abandonadas a su suerte en el monte. Los animales se han reproducido y ahora están causando problemas al acercarse demasiado a las viviendas buscando agua y alimento ya que los abrevaderos naturales están secos debido a la falta de lluvias.
Los vecinos afectados se quejan de que se comen los cultivos y las plantas endémicas.
Por su parte, los movimientos vecinales que las protegen y les proporcionan agua y alimento, rechazan de plano dichas acusaciones y han convocado una concentración de protesta ante la propuesta hecha por la administración para exterminar a los animales.
Solicitan que se busque una solución ética para los animales, que se reubiquen y que reciban un trato digno acorde a su catalogación como animales domésticos.
