Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, se calcula que en España entre el 10% y el 15% de las mujeres sufre endometriosis y que se tarda en diagnosticar unos siete años de media, por ello, la Dra. Alicia Esparza, del Hospital Vithas Medimar insiste en que “cuando una paciente acude a la consulta con dolor en la menstruación o dolor pélvico crónico, ya debemos sospechar de endometriosis, aunque la ecografía pélvica sea totalmente normal”.
“Hay otros síntomas menos específicos que también nos pueden hacer pensar en esta enfermedad, como el dolor en las relaciones sexuales, el dolor en la micción o en la defecación”, añade la Dra. Esparza.
A día de hoy, no se puede establecer un perfil concreto que pueda derivar en endometriosis pero “sí que se han estudiado diferentes factores que pueden estar relacionados con la aparición de la endometriosis como son una menstruación retrógrada, la metaplasia celular (algunas células fuera del útero se transforman en células similares al endometrio) y la proliferación celular (las células endometriales emigran fuera del útero). Hay otros factores como los genéticos y ambientales que también podrían estar relacionados con la endometriosis”, explica.
“Actualmente, no hay ninguna forma de prevenir la endometriosis, lo que sí que podemos hacer es mejorar los conocimientos para diagnosticar de forma precoz la enfermedad, y con ello enlentecer el curso natural de la misma, con lo que mejoraremos la sintomatología y, por tanto, la calidad de vida de la paciente”, puntualiza.
Tratamiento y patologías asociadas
Como comenta la especialista, “el tratamiento dependerá de la sintomatología de la paciente, y de si la paciente presenta algún tipo de lesión secundaria a la endometriosis, como adherencias o también quistes ováricos llamados endometriomas. Según esto, el tratamiento puede pasar de ser médico con antiinflamatorios o anticonceptivos a quirúrgico mediante laparoscopia o laparotomía”. Hay estudios que relacionan la endometriosis con otro tipo de enfermedades como alergias, asma, hipotiroidismo, fibromialgia y síndrome de fatiga crónica.
Evolución de la patología
La evolución de la endometriosis varía en cada paciente, en función de “si se ha llegado a un diagnóstico precoz de la enfermedad o no, ya que en algunos casos se normalizan y estigmatizan los síntomas, por lo que no se llega a diagnosticar”, advierte la especialista. “Si no se realiza un diagnóstico, esto puede dar lugar a una disminución de calidad de vida de la paciente, a nivel general por el dolor crónico, fatiga, ansiedad y depresión entre otros síntomas, pero también a nivel sexual por el dolor durante la relaciones sexuales y reproductivo por la infertilidad secundaria a la endometriosis.”, concluye.