La Junta de Gobierno del ayuntamiento de Alicante ha acordado este martes emitir informe ambiental y territorial estratégico favorable al desarrollo del plan parcial del sector PAU 9, Lomas de Garbinet, tras recabar los informes sectoriales pertinentes. Este sector contará además con un centro educativo público y un parque de 356.838 metros y está previsto que las obras puedan comenzar a finales de 2027.
"Con la aprobación del informe ambiental y territorial estratégico favorable damos un paso importante en el desarrollo del nuevo barrio Lomas de Garbinet y seguimos avanzando en uno de los grandes objetivos del mandato, que es el impulso de viviendas para cubrir la demanda actual y la futura de Alicante, poniendo especial hincapié en la promoción de viviendas protegidas, cuyo porcentaje se incrementa del 30% previsto inicialmente hasta el 40%”, destaca la concejala de Urbanismo, Rocío Gómez.
Un nuevo barrio cerca de San Vicente del Raspeig
Ubicado al norte de la ciudad y en el límite con San Vicente del Raspeig, este nuevo barrio tendrá una superficie total de 584.732 metros cuadrados y una edificabilidad de 102.300 metros cuadrados, donde se levantarán las 930 viviendas. Además, el sector contará con 457.950 metros cuadrados de infraestructura verde incluyendo un parque público, que recibirá el mismo nombre que el barrio, con 356.838 metros cuadrados.
Las viviendas previstas se ubicarán en tres manzanas residenciales y está contemplada también la construcción de un colegio público en una parcela de 5.527 metros cuadrados, situada junto al instituto ya existente y con frente al nuevo bulevar Ronda Norte, un viario exterior al ámbito del sector que se ejecutará entre la calle Barítono Paco Latorre y Cronista Vicente Martínez y que servirá de conexión con los barrios adyacentes.
Se plantea un tipo de edificación con bloques residenciales abiertos y torres de entre 6 y 15 plantas que garantizan una transición amable entre la zona edificada y los elementos naturales que se protegen. Además de la nueva Ronda Norte, se propone limitar la circulación rodada a un viario secundario de servicio perimetral al centro educativo existente. El resto de conexiones serán viarios peatonales que enlacen el bulevar con las manzanas residenciales y el parque público, apoyados en la red de senderos actualmente existentes en el territorio.