Alicante |
Los trabajos de localización de las fosas comunes y restos humanos del campo de concentración de Albatera ya han comenzado.
Ese campo de concentración está considerado como uno de los más duros que hubo en España al final de la Guerra Civil y se cree que albergó unos 20.000 prisioneros republicanos.
Dirigido por el arqueólogo e historiador Felipe Mejías, el proyecto tratará de "ubicar con exactitud los límites del campo, que pudo tener unos 700 metros de longitud y 200 de ancho”. Se pretende también “sacar a la luz las fosas comunes que se cree que existen dentro del perímetro del recinto, recuperar los restos humanos y tratar de identificarlos".
Muy poca documentación
De los alrededor de 20.000 apresados en esta zona, que en la actualidad está cultivada de granados y palmeras; muchos de ellos refugiados en el Puerto de Alicante que no pudieron exiliarse en las últimas horas de la República, apenas hay documentación histórica.
Lo único que queda del campo es una caseta de ladrillo que en su momento fue un antiguo horno de pan del campo.
Los trabajos
Un equipo de cinco arqueólogos ha comenzado con la prospección intensiva de toda la parcela y durante dos semanas removerán el suelo y, empleando detectores de metales, tratarán de recabar elementos de esos años como "balas o proyectiles".
La tercera y última semana que está previsto que se alarguen estos trabajos, se incorporará un equipo de cuatro personas del Servicio de Geodetección del Patrimonio Histórico de la Universidad de Cádiz.
Estos científicos pasarán por todo el campo un georradar para localizar, esa fosa común antes de que una máquina excavadora realice las correspondientes prospecciones.
Patrocinado por la Generalitat
Este proyecto cuenta con una subvención de 17.600 euros concedidos por la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática de la Generalitat Valenciana.