La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) Alicante ha lamentado este lunes el "abandono" que sufre el sector apícola debido a la "inacción" de la Generalitat Valenciana, ya que la apicultura profesional y las abejas de la Comunitat "están desapareciendo".
El colectivo apícola de Asaja, en un comunicado, subraya que ha informado "en numerosas ocasiones" al Consell sobre la problemática que le amenaza de muerte en relación al "terrible impacto del abejaruco sobre los colmenares en territorio valenciano y la necesidad de trabajar junto con el departamento de fauna silvestre en un programa de control de dicho depredador en zonas apícolas".
Asimismo, recuerda que ha solicitado la concesión "urgente" de ayudas directas a través de fondos específicos del PDR para daños por adversidades climáticas, que han afectado "terriblemente" la producción de miel o polen de las explotaciones apícolas y a la propia subsistencia de las colonias de abejas.
Pese a todo, Asaja lamenta que "durante los últimos años no se haya llevado a cabo ninguna iniciativa útil para garantizar la supervivencia del sector".
Además, la asociación señala que la "maraña" legislativa y el "exceso" de burocracia conlleva un retraso administrativo que "dificulta la actividad normal del sector apícola de la Comunitat Valenciana, que a las dificultades mencionadas se le suman las consecuencias derivadas de tres años continuados de sequía y el aumento de costes por la guerra de Ucrania".
Al respecto, el presidente de la Sectorial Apícola de Asaja Alicante, Guillermo Rosell, ha señalado que han querido trasladar a la Conselleria que "el sector se va a pique, que los productores de miel ya no aguantan más, y que esa apicultura vanguardista de la que nos hemos enorgullecido años atrás se va a reducir a unas cuantas explotaciones de pequeñas dimensiones, puesto que los profesionales del sector no tienen otro remedio que reducir sus explotaciones y sobrevivir en otros".
Actualmente, las únicas explotaciones que aumentan son las que existen en otras comunidades autónomas que, a juicio de Rosell, "sí valoran a sus apicultores y les conceden ayudas directas para su mantenimiento, ya que son conscientes de la importancia de mantener viva la cabaña apícola para ayudar a preservar el ecosistema de sus regiones".
Desde el 2020, los profesionales y técnicos de ASAJA Alicante han realizado numerosos estudios sanitarios informando de la débil situación del sector y la bajada de censo; documentos solicitados por los Veterinarios Oficiales de las Ocapas cuando la merma en el censo es superior al 30 o 40%. No obstante, la asociación lamenta que dichos informes "no hayan servido más que para rellenar un expediente".
En este sentido, Asaja Alicante advierte de que, si la cosa sigue igual, en no demasiado tiempo pasaremos de ser la Comunidad Autónoma con mayor productividad y censo apícola, a reducirse a una actividad secundaria que no aporta rentabilidad.
Según datos comunicados oficialmente a la Conselleria de Agricultura por las ADS con respecto al trienio 2019-2021, la provincia de Valencia ha sido la más afectada, con un descenso en el número de explotaciones de al menos un 15% y de una merma de 20% del número de colmenas.