El SPEIS, recibió el aviso sobre las 20.00 horas y hasta el lugar del incendio se desplazaron once bomberos. La operativa consistió en realizar un cortafuegos y desplegar líneas de ataque en varios frentes.
Más de 15.000 litros de agua fueron los que utilizaron los efectivos con varias cubas, y se centraron en controlar el foco, localizado en restos de madera almacenados en una zona exterior. Gracias a la efectiva línea de ataque, así como a la rápida intervención de los bomberos, se logró controlar con celeridad sin que invadiera la autovía cercana y zonas aledañas rurales, según ha informado la concejalía de Seguridad.
Los bomberos sellaron el incendio para darlo por extinguido, y también trabajaron con una pala excavadora para movilizar los restos de maderas acumuladas en montones. Así se redujo la carga térmica del incendio y lo que es más importante; evitar su propagación.
Los efectivos necesitaron más de tres horas de trabajo para extinguir el fuego y finalizaron su actuación a las 23.30 horas. La Policía ha abierto una investigación para determinar si ha sido intencionado.