La sala ha contemplado las agravantes de parentesco y de haber cometido los hechos por razones de género. Además de la pena privativa de libertad, la sentencia establece que no podrá acercarse ni comunicarse con la perjudicada durante casi 16 años, según la sentencia difundida por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Los hechos comenzaron el 21 de septiembre de 2019 en el domicilio familiar, cuando el acusado le quitó a su mujer las llaves de casa y el teléfono móvil tras descubrir que había entablado una relación de amistad con otro hombre. Esto obligó a la víctima durante una semana a depender de él o del hijo menor de ambos para poder entrar en la vivienda al regresar de las clases que recibía en una academia de peluquería.
Asimismo, ocho días más tarde, el 29 de septiembre, el hombre obligó a su esposa a bajar al aparcamiento y a subir al vehículo con los pies atados con una goma y tapada únicamente con una sábana enrollada alrededor del cuerpo. Tras salir a la calle conduciendo con una maniobra brusca, la mujer abrió la puerta del coche, saltó en marcha y cayó al suelo, donde fue auxiliada por los ocupantes de otro vehículo.
Por todo ello, el tribunal considera que esos hechos son constitutivos también de un delito de trato degradante por la forma en que se produjo la detención ilegal, que muestra que el "verdadero ánimo del acusado" consistía en "someter a la víctima a una especial humillación".
El hecho de que ella estuviera únicamente cubierta por una sábana, sin más ropa ni efectos personales y con los pies atados prueba, a juicio de los magistrados, que el maltratador "envilece y avergüenza" a su mujer, "la cosifica tratándola como si se tratara de un paquete que menosprecia".