Un hombre de 40 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a cuatro años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por los abusos sexuales cometidos sobre su sobrino, menor de edad.
Los hechos ocurrieron el 30 de junio de 2024 cuando el encausado, su hermano, su cuñado y su sobrino se encontraban en el domicilio familiar, en la partida de El Moralet.
El tribunal considera probado que, en torno a las 12:30 horas de ese día, el menor, que entonces contaba con nueve años, entró a la habitación del acusado para jugar a la consola de videojuegos con él, donde se produjeron los abusos sexuales.
El penado le dijo al niño que no podía contarle a nadie lo sucedido. No obstante, la víctima acabó diciéndole a la familia lo ocurrido, lo que propició la presentación de la denuncia y el inicio de la causa.
El encausado admitió la autoría de los abusos en el inicio del juicio, tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. En ese acuerdo, quedaba reconocido que el procesado sufría de un trastorno psicótico por el que recibe tratamiento desde 2017, así como “un retraso mental leve” que afecta “a su conciencia y voluntad”. Esa afección quedaba agravada, además, por el consumo de estupefacientes, según la sentencia.
De este modo, el tribunal concede la eximente incompleta por alteración mental y le condena a cuatro años de prisión y a la medida de seguridad de ingreso en centro psiquiátrico penitenciario por el mismo periodo. No obstante, los magistrados establecen que esta última medida se cumplirá en primer lugar, de forma que el tiempo de ingreso “se abonará para la extinción de la pena de prisión”, según la resolución judicial.
Además, se acuerda la medida de alejamiento a una distancia de más de 600 metros respecto a la víctima por un tiempo de seis años, así como otros cinco años de libertad vigilada.