Las depuradoras de la provincia de Alicante han recogido hasta octubre más de 2.500 toneladas de residuos
Al uso indebido del inodoro al que tiramos toallitas o bastoncillos se suman ahora los guantes y las mascarillas generando importantes atascos en el alcantarillado
Alicante |
Toneladas de residuos acaban en las redes de alcantarillado y en las depuradoras cada año. Parte de esos residuos como toallitas o bastoncillos, que tiran los ciudadanos por el inodoro, no son biodegradables y generan importantes obstrucciones. A este problema, se ha unido en los últimos meses de pandemia la presencia de mascarillas y guantes.
Casi de 2.500 toneladas de toallitas, bastoncillos o mascarillas
Sólo en el último año, en las depuradoras gestionadas por Hidraqua y sus empresas participadas (Aguas de Alicante, Aigües d’Elx, Agamed y Aigües de l’Horta) se recogieron un total de 3.033 toneladas de residuos, de las cuales unas 2.400 corresponden a toallitas, bastoncillos y mascarillas, entre otros.
Para hacerse una idea del volumen que implica esta cantidad, equivaldría a la capacidad de unos 134 camiones de basura al año, contando que cada camión puede cargar alrededor de 18 toneladas. Hasta el mes de octubre de 2020 estas depuradoras han recogido un total de 2.575 toneladas de residuos.
Además, en el caso de las toallitas de bebés o desmaquillantes, los problemas generados implican la presencia de madejas de fibras textiles que atascan los filtros de la maquinaria por la que pasa el agua de los alcantarillados de las ciudades, generando lo que se ha dado en llamar popularmente como “El Monstruo de las Cloacas”.
La composición de estas toallitas es de fibras textiles, mezcladas en muchas ocasiones con plásticos y aunque muchos de los envases indican que se trata de productos biodegradables, realmente no se desintegran fácilmente, puesto que el tiempo que tardan en degradarse es considerablemente elevado.
De ahí que arrojar estos elementos implique un encarecimiento de entre el 10 y el 15% del coste de mantenimiento de las redes; es decir, unos 230 millones de euros adicionales al año en España según la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS).
Prevenir el impacto en el medioambiente
El Día Mundial del Saneamiento, que se celebra el 19 de noviembre, está impulsado por Naciones Unidas desde 2013. Este año el lema es “Saneamiento sostenible y cambio climático” para concienciar sobre la nueva realidad a la que nos enfrentamos.
Las inundaciones, las sequías y el aumento del nivel del mar pueden dañar cualquier parte de los sistemas públicos de saneamiento –las tuberías, los tanques o las plantas de tratamiento— y provocar vertidos de aguas residuales, lo que puede provocar una emergencia de salud pública, así como deteriorar el medio ambiente. Por ello, es urgente fortalecer los sistemas de saneamiento para que resistan las inclemencias del tiempo y sean sostenibles.