La Policía Nacional ha detenido en Alicante y Callosa de Segura a tres personas, en dos operaciones diferentes, dos hombres y una mujer de 32, 46 y 54 años, por supuestamente tener en sus empresas a personas en condiciones laborales "muy por debajo" de las mínimas legales, y de las que abusaban de su situación de vulnerabilidad al ser migrantes que no dominan el idioma y desconocen sus derechos.
La mayoría estaba sin contrato laboral, seguro de accidentes y sin permiso de residencia ni trabajo. En el caso de Alicante, la operación se ha llevado a cabo en un lavadero de coches. Con la colaboración de la Inspección de Trabajo, se localizaron a seis trabajadores, de los que cinco eran extranjeros y dos de ellos en situación irregular.
El propietario de la empresa presuntamente obligaba a todos ellos a trabajar todos los días de la semana, de lunes a domingo, ya que si caían enfermos y no podían acudir al trabajo no les pagaban. En total, cobraban la cantidad de 140 euros semanales a cuatro euros la hora.
CALLOSA DE SEGURA
En la empresa de Callosa de Segura había 16 trabajadores, todos de nacionalidad extranjera y nueve de ellos en situación irregular. Les sometían a jornadas maratonianas de 18 y 20 horas sin descanso ni para comer. Su principal labor era la de pelar cebollas, a razón de cinco céntimos por kilogramo de hortaliza limpia. Además, debían llegar a la cantidad de 100 kilos para cobrar la cantidad de 10 euros, una media de 1,6 euros la hora.