El presidente de la Federación Alicantina de Comercio de la Pequeña y Mediana Empresa (Facpyme), Carlos Baño, ha asegurado hoy que las nuevas tarifas de la luz “son un mazazo económico para comercios, pymes y autónomos” y ha exigido a las administraciones públicas una bajada de los impuestos que afectan a la actividad comercial para compensar los costes y salvar un sector muy golpeado por la crisis.
Carlos Baño ha explicado que con la nueva configuración de la factura de la electricidad, “los tramos más caros inciden en los momentos de mayor actividad comercial y pueden encarecer un 10 por ciento el coste de la luz. Un golpe que llega en el peor momento, cuando estamos tratando de superar las consecuencias de la pandemia y remontar la crisis”.
En este sentido, ha insistido en la necesidad de que desde el Gobierno, Generalitat y ayuntamientos se active un paquete de medidas fiscales de carácter urgente para asegurar la viabilidad de las empresas, evitar así el cierre de más negocios, reactivar las economías locales y la provincial y favorecer el mantenimiento de los puestos de trabajo. “Además de celeridad en las ayudas previstas por la Generalitat”, ha añadido.
En concreto, Baño ha recordado que desde Facpyme se ha solicitado a los gobiernos locales una bonificación de hasta el 90% en el IBI a inmuebles destinados a la actividad comercial siempre que demuestren pérdidas o el aplazamiento del cobro de los tributos municipales hasta final de año a los sujetos pasivos destinados a actividades económicas. Además, ha pedido la exoneración de las cuotas para autónomos y empresas que han sufrido restricciones en su actividad con motivo de la pandemia. “En línea –ha continuado- con medidas como las adoptadas desde la Diputación de Alicante de rebaja del IAE”.
“Estamos ante una situación excepcional y necesitamos medidas excepcionales”, ha subrayado Baño, quien ha insistido en que el sector del comercio “está muy dañado por las consecuencias de la crisis de la Covid-19, con caídas de la facturación que en algunos casos han alcanzado el 70 por ciento e incluso el cierre de negocios. Hay que evitar que más empresarios tengan que bajar la persiana definitivamente, porque como sociedad es algo que no nos podemos permitir”.
“Las restricciones en materia de movilidad, aforo y horarios han condicionado la actividad del comercio hasta tal punto que, durante distintas fases a lo largo de este último año la paralización total de la actividad ha sido un hecho para muchos negocios”, ha recordado.
Por ello, ha recalcado que con el objetivo de reactivar el sector del comercio de la provincia de Alicante y favorecer la recuperación de puestos de trabajo y la actividad económica, a corto plazo la medida más efectiva es rebajar la presión fiscal a pequeños y medianos empresarios y autónomos para asegurar la viabilidad de sus negocios y evitar el cierre de más empresas.