Según ha informado la Guardia Civil, el hecho tuvo lugar el pasado 18 de enero por la tarde, en la carretera AP7, en el kilómetro 694,500, cuando una patrulla perteneciente a la Agrupación del Subsector de Tráfico de Alicante, se encontraba realizando las labores de vigilancia y control de la velocidad de los vehículos. En un momento dado, un vehículo que circulaba a 213 kilómetros por hora hizo saltar el radar. Los agentes de Tráfico procedieron a dar el alto al turismo e identificar al conductor.
Se trata de un hombre de 55 años, de nacionalidad española, al que se le ha investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, de conducción de un vehículo a motor con exceso de velocidad, tipificado en el artículo 379.1 del Código Penal, por exceder en más de 80 kilómetros por hora la velocidad permitida para una vía interurbana. En este caso, la superaba en 93 kilómetros cuando el límite de velocidad es de 120.
Los agentes de Tráfico, realizaron al conductor las pruebas de detección del consumo de alcohol y drogas, arrojando una tasa positiva de 0,50 miligramos por litros de alcohol en aire expirado. Por el contrario, no dio positivo en el consumo de estupefacientes.
Por estos hechos, el conductor se enfrenta a una condena de entre 3 a 6 meses de prisión, multa de 6 a 12 meses, o a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, la condena va asociada a la pérdida del permiso de conducir de entre 1 a 4 años. Las penas descritas para este tipo de delito se pueden ver incrementadas cuando el autor excede la velocidad bajo la influencia del consumo de bebidas alcohólicas o de sustancias psicotrópicas.
Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Alicante.
