La investigación, iniciada por la Guardia Civil de Altea durante el pasado mes de enero, tuvo lugar a raíz del visionado por los propios agentes de unas fotografías que una joven había publicado en redes sociales para pedir auxilio. En ellas aparecía un cachorro de dos meses de edad, de raza mestiza, que según relataba, estaba siendo maltratado por su dueño.
Los agentes contactaron con la requirente, que les explicó que se había enterado de lo que estaba pasando a través de un amigo suyo. Aseguraba que el cachorro estaba en el domicilio del supuesto autor, en un piso céntrico de la localidad de Altea, encerrado en una habitación de la vivienda, amordazado con un calcetín y varias gomas que le sujetaban el hocico, y atado a un palé de madera. Que además se encontraba en estado de semi abandono.
Ante la gravedad de lo manifestado, los agentes iniciaron una investigación para comprobar los hechos, apoyados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Altea.
El cachorro fue trasladado de inmediato a una clínica veterinaria dónde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de manera urgente. En el informe emitido por el facultativo, se señalaba que el animal presentaba una infección muy grave que ponía su vida en peligro.
Tras las diversas averiguaciones, y con el testimonio de varios testigos, se procedió a la detención de un joven de 19 años, de nacionalidad española, por un supuesto delito de maltrato a animales domésticos. Tras ser puesto a disposición judicial se ha decretado la libertad con cargos.
El cachorro ha quedado bajo la custodia de la joven que dio la voz de alarma. Bruno, como ha sido bautizado por su actual propietaria, continúa en tratamiento veterinario mientras se recupera en casa de las graves lesiones sufridas, ha indicado la Guardia Civil en nota de prensa.
