Los trabajos realizados en la Pobla d’Ifac este verano con motivo de la XIX Campaña de Excavaciones del MARQ nos ha dejado buenas noticias. Y es que se ha descubierto un cobertizo de principios del siglo XIV destinado a almacenar o realizar diferentes funciones a extramuros de la ciudad medieval.
El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, ha visitado el enclave arqueológico, situado en las laderas del Parque Natural del Peñón de Ifach, para conocer de primera mano los pormenores de esta campaña que tiene una duración de cinco semanas. Acompañado por el concejal de Medio Ambiente de Calpe, Juan Manuel del Pino, y por el director del MARQ y coordinador de la Campaña, Manuel Olcina, el responsable provincial ha recorrido el enclave en el que desde hace cuatro semanas trabaja un equipo de profesionales bajo la dirección de José Luis Menéndez, especialista en arqueología medieval y técnico de exposiciones del museo alicantino.
“Para la Diputación es una gran satisfacción respaldar esta campaña para recuperar y promocionar parte del rico patrimonio cultural que atesoramos en la provincia, en este caso a través de un proyecto en el que se ha invertido ya más de un millón de euros a lo largo de casi dos décadas de colaboración con el ayuntamiento calpino”, ha matizado el diputado. Por su parte, del Pino ha agradecido el esfuerzo llevado a cabo por la institución provincial a través del MARQ, cuyo equipo ya trabaja en el plan director del yacimiento.
Las excavaciones suponen un paso más para conocer cuál es la historia arquitectónica que se esconde en nuestro pasado y, que se encuentran enmarcadas en el Plan de excavaciones e investigaciones arqueológicas del MARQ, cuyo presupuesto global asciende a los 114.000 euros. Esta iniciativa lleva en marcha más de 19 años y cuyas labores se han centrado esta edición en las cercanías de la Puerta del Oeste, un acceso secundario al interior de la ciudad, y han determinado que el Edificio XIV -descubierto en anteriores campañas- era un cobertizo destinado a almacenar o realizar diferentes funciones a extramuros de la ciudad.
Como ha explicado Olcina, “el cobertizo tiene unas dimensiones de más de trece metros, está abierto por ambos lados y cubierto con un techo de madera y tejas”. Se construyó a principios del siglo XIV y a mediados de siglo el edificio se abandonó para levantar una antepuerta cubierta que asegurara el paso hasta la Puerta del Oeste.
Los trabajos arqueológicos también se han centrado en documentar la primera fase de ocupación de este espacio, así como del espacio interior de la ciudad, una vez se traspasa el umbral de la Puerta del Oeste. El MARQ sigue investigando este importante enclave, que se ha convertido en una referencia en la arqueología medieval valenciana.
