La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 24 años como presunto autor de un delito de robo con violencia. El acusado simuló ser atropellado por un vehículo y cuando su conductor se apeó para socorrerle aprovechó para sustraerle el reloj que portaba en su muñeca, valorado en 7.000 euros. Acto seguido huyó a la carrera del lugar. La víctima le persiguió pero no pudo alcanzarle.
El conductor acudió a presentar la denuncia en la Comisaría Norte. Los agentes llevaron a cabo una rápida y efectiva investigación tras la que lograron identificar al presunto autor. Éste fue localizado y detenido el mismo día de los hechos.
OTRO ROBO ANTERIOR
Una vez detenida esta persona, los agentes hallaron entre sus pertenencias un teléfono móvil que figuraba como sustraído. Tras realizar gestiones, localizaron a su propietario y le hicieron entrega del terminal el cual le había sido sustraído por el detenido días atrás mientras se encontraba en una estación del tranvía.
El detenido, con antecedentes previos y de nacionalidad argelina, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante acusado de robo con violencia y hurto, que ha decretado prisión provisional para el acusado.
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La Policía Nacional ha advertido de que han aumentado los delitos de este tipo donde actúan siempre varios autores en perfecta coordinación con distintos roles durante su ejecución, aprovechando una distracción orquestada por ellos mismos para cometer el delito.
Dos delitos de este tipo que se han observado son; el método del "pinchazo", en el que llaman la atención de un conductor simulando que se le ha pinchado una rueda del vehículo y cuando se baja del coche para comprobarlo aprovechan para robarle sus pertenencias.
También está el método de la "siembra", donde los autores seleccionan a sus víctimas, bien en el interior, bien en las inmediaciones de entidades bancarias. Tras retirar la futura víctima una gran cantidad de dinero del banco, la siguen y cuando están seguros de poder actuar sin riesgo de ser detectados, tiran un billete al suelo para, posteriormente, abordarla con la excusa de que se le ha caído, aprovechando esta distracción para sustraerle el dinero y dándose rápidamente a la fuga. No dudan en emplear la violencia o la intimidación en caso de que la víctima se resista.