El gobierno en funciones del Ayuntamiento de Alicante ha acordado la convocatoria de un concurso para la compra e instalación de un nuevo trómel de triple clasificación por 1.016.400 euros para seguir con el proceso de modernización del Centro de Tratamiento de Residuos de Alicante (CETRA).
Este nuevo dispositivo se une a otros dos llegados esta pasada semana, junto con nuevas cintas de transporte dirigidas a modernizar la planta y aumentar la recuperación de residuos y minimizar el depósito en vertedero.
Las cribadoras tipo trómel son tambores giratorios que permiten seleccionar distintos tipos de residuos como envases, papel, cartón u de tipo orgánico para su reciclaje o conversión en compost. Precisamente, a mediados de la semana pasada llegó la nueva maquinaria adquirida por importe de un millón de euros.
Con su instalación se pretende la mejora de la línea de selección de residuos del Centro de Transformación de Residuos de Alicante (CETRA), ubicado en la partida de Fontcalent, alcanza una inversión de 906.277 euros.
Concretamente, desde esta pasada semana se está procediendo a la colocación de un trómel de criba móvil eléctrico suministrado por Eggersmann Spain SLU con un coste de 721.595 euros, además de un alimentador para la cinta de rodillos y un segundo trómel de criba por importe de 184.682 euros suministrado por mercantil Stadler Selecciona SLU se encargará de aportar el.
Plan de residuos de Alicante
El proyecto de gestión del Plan Zona de Residuos correspondiente a Alicante contempla, entre otras cuestiones, la modernización y ampliación del CETRA con nuevas líneas de tratamiento dirigidas a la mejora de la actual y a la implantación de una nueva exclusiva para los residuos orgánicos cuya recogida se va a ampliar a toda la ciudad con el despliegue del contenedor marrón tras la adjudicación y puesta en marcha de la nueva contrata de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos.
En este proceso se modernización de la planta, el proyecto de gestión del Plan Zonal de Residuos de Alicante contempla inversiones por más de 71 millones de euros en la modernización y ampliación de todo el complejo de tratamiento, que permitirá además de reducir el rechazo al vertedero a aquellos restos que no sean susceptibles de reciclaje, la conversión de la materia orgánica que se recoja en energía y en un compost de alta calidad para el abono de jardines y de la agricultura.
