Un niño de cuatro años falleció en la tarde del miércoles en una piscina privada de Ciudad Quesada, situada en el municipio alicantino de Rojales.
Una dotación del SAMU atendió al pequeño en el lugar del suceso, mediante la aplicación de maniobras de reanimación cardiopulmonar, aunque sin obtener respuesta alguna.
Al parecer, la familia, de origen marroquí, viajaba a Castellón desde Bélgica, su lugar de residencia, cuando decidieron realizar una parada en la urbanizaión.
Hace tan solo 7 días una niña de la misma edad perdía la vida en circunstancias similares en Calpe.