Un hombre acusado de intentar arrollar con su vehículo a otro con el que había mantenido una disputa previa se enfrenta a una pena de cinco años de prisión como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, en función de la petición de condena planteada por la Fiscalía en el juicio celebrado hoy jueves en la Audiencia de Alicante, que ha quedado visto para sentencia.
Además, la acusación pública ha solicitado que se le imponga otros dos años de privación de libertad por la comisión de un delito contra la seguridad vial, lo que sumaría una pena de siete años en total: dos años menos de los que había planteado en su escrito de acusación inicial.
Los hechos objeto de juicio tuvieron lugar el 15 de septiembre de 2021 en Xàbia. Durante la tarde de ese día, el procesado y la víctima del arrollamiento se habían enzarzado a golpes y al término de ese enfrentamiento, el encausado se dirigió al puesto de la Guardia Civil para presentar denuncia contra su oponente, por las heridas ocasionadas por sus golpes.
Más tarde, sobre las nueve de la noche, el acusado circulaba con su coche y vio al perjudicado sentado en la terraza de un bar. Entonces, según ha considerado la Fiscalía, el conductor dirigió su coche hacia la mesa en la que se encontraba su oponente, invadiendo la acera, con la intención de atropellarlo para acabar con su vida. Y ello, sin importarle el resto de personas sentadas en la misma terraza del establecimiento hostelero.
El coche chocó contra unos bolardos de hierro que separaban la terraza de la acera, que evitaron el impacto del coche contra las personas por muy poca distancia, según han relatado los clientes del bar que permanecían en la terraza, al prestar declaración en la vista como testigos.
Por su parte, el perjudicado -que no llegó a resultar herido- ha asegurado que el acusado le había amenazado con matarlo, pero que no le había dado importancia ni credibilidad a esos avisos.
El encausado ha admitido que conducía el vehículo y que actuó movido por un arrebato, aunque ha negado que tuviese la intención de causar la muerte del perjudicado, que finalmente no sufrió ningún daño.
Su defensa ha planteado que, en todo caso, se le condenase únicamente por el delito contra la seguridad vial toda vez que, además, el episodio no había ocasionado heridos. Al tiempo, ha alegado que también debía considerarse la atenuante de reparación del daño, ya que el procesado había consignado la cantidad de 2.000 euros en compensación por los destrozos provocados en el mobiliario de la terraza del bar.
