Los restos del alicantino dos veces propuesto al Nobel de la Paz Rafael Altamira y de su esposa, Pilar Redondo, ya están en el tanatorio de Sant Joan d'Alacant, después de que fueran exhumados el pasado viernes en el cementerio de Ciudad de México, según ha informado el ayuntamiento de El Campello.
Rafael Altamira y Pilar Redondo fallecieron en 1951 y 1957, respectivamente, en la capital mexicana, en la que se exiliaron tras el estallido de la Guerra Civil española, y sus restos llegaron a Alicante tras un viaje por carretera desde Madrid, del que se encargó la funeraria ASV.
El Consistorio de El Campello ha conseguido repatriar (73 y 67 años después de sus fallecimientos) los restos del humanista, historiador, americanista, pedagogo, jurista, crítico literario y escritor español (Alicante, 1866- Ciudad de México, 1951) y de su esposa.
El ayuntamiento ha recordado que han sido necesarios 36 meses de gestiones y trámites burocráticos en ambos países (España y México) para hacer realidad "un compromiso histórico y moral del pueblo de El Campello".
Tras el estallido de la Guerra Civil, el escritor permaneció cuatro años en Francia y después fue invitado por la Fundación Carnegie a dar clases en la Universidad de Columbia (Nueva York), aunque un inesperado accidente de rotura de la cadera lo obligó a instalarse en México, donde también estaban exiliadas sus dos hijas: Pilar y Nela.
Estrecha vinculación con El Campello
Los Altamira están profundamente vinculados a El Campello. En el cementerio municipal están enterrados los padres y los abuelos de Rafael Altamira. En este municipio, él pasó parte de su infancia y juventud en una casa de veraneo de la familia y en él residen actualmente tres de sus bisnietos.
"Su destino último y definitivo, como era su deseo, será el cementerio municipal de El Campello, localidad en la que siempre dijo que quería estar cuando se apartara de la vida oficial", señala la nota de prensa.
Dos de sus bisnietos, Ignacio y Pilar Ramos Altamira, han recibido los féretros junto con una amplia delegación del Ayuntamiento de El Campello, presidida por el alcalde Juanjo Berenguer. También estuvieron presentes los portavoces y concejales de PP, PSPV-PSOE. Vox, Per El Campello y EU-Unides Podem.
La exhumación y repatriación ha sido posible gracias a la implicación de la Administración española en todos sus niveles: el Gobierno, que movilizó a través de la embajada española en México al cónsul general de España, Manuel Hernández Ruigómez; la Generalitat, que asume los gastos de la repatriación; la Diputación de Alicante, que se hará cargo de la ceremonia oficial de la inhumación en el cementerio de El Campello, y el Ayuntamiento de este municipio, que ya ha contratado la construcción de un monumento funerario en el que serán enterrados Rafael Altamira y su esposa, junto con los padres y abuelos del jurista.
Será entonces cuando se celebre el acto solemne de inhumación, previsiblemente en la segunda quincena de enero, en una ceremonia pública a la que serán invitadas autoridades civiles de todas las administraciones públicas españolas, así como rectores de universidades que ya se han interesado, integrantes del Tribunal Internacional de La Haya (que Rafael Altamira fundó junto con otros prestigiosos juristas) y directores de las cátedras 'Rafael Altamira' distribuidas por toda España y familiares.
Ignacio Ramos Altamira, en nombre de la familia, ha destacado que la unión de todas las administraciones públicas ha hecho posible la repatriación, “después de muchos meses de trabajo y de superar muchos problemas”.
Tanto Ignacio como su hermana Pilar han recordado que era algo por lo que siempre luchó su madre, la literata Pilar Altamira (nieta del jurista), que falleció en El Campello en 2021 y lamentablemente no ha podido ver cumplido su sueño.
El alcalde Juanjo Berenguer, por su parte, ha resaltado también la unión de las administraciones central, autonómica, provincial y local en la consecución de una exhumación y repatriación, que "era de justicia”.
Ha adelantado que ya se ha comenzado a diseñar la ceremonia con la que Rafael Altamira y Pilar Redondo serán enterrados en el cementerio municipal de El Campello.
"Será un acto importante, pero no un punto y final, porque lo que debemos potenciar a partir de ese momento es poner en valor la figura humana e intelectual de Rafael Altamira”, ha dicho el regidor.