Pionera en la provincia

La Unidad de Rehabilitación Cardíaca del General de Alicante duplica su actividad en los tres últimos años

1.700 pacientes han recibido atención a través de este departamento desde su creación en 2007

Pepe Requena

Alicante | 14.09.2020 16:28 (Publicado 14.09.2020 16:20)

La Unidad de Rehabilitación Cardíaca
La Unidad de Rehabilitación Cardíaca | Generalitat Valenciana

La Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital General Universitario de Alicante, adscrita a los Servicios de Cardiología y Rehabilitación, ha atendido en lo que va de año a 241 pacientes que han sufrido previamente un evento cardiovascular. A pesar de la crisis sanitaria, se ha mantenido el ritmo de actividad media de los últimos años.

Esta Unidad ha incrementado progresivamente su actividad, logrando duplicar la cifra de pacientes atendidos en tan sólo tres años. Ha pasado de 800 a principios de 2018 a cerca de 1.700 pacientes incluidos en el programa hasta la fecha. La Unidad de Rehabilitación Cardíaca fue pionera en la provincia de Alicante en el año 2007 y cuenta con la certificación SEC-Excelente como Unidad Avanzada de Rehabilitación concedida por la Sociedad Española de Cardiología.

Posee un enfoque multidisciplinar, ya que está integrada por personal médico (el médico rehabilitador Gerardo Pastor y los cardiólogos Vicente Arrarte, Miriam Sandín y Juan Quiles, con la colaboración activa de los residentes de Cardiología); de enfermería (Pepa Soriano) y fisioterapia (Olga Carmona).

Asimismo, cuenta con el apoyo de otros servicios y unidades, como son la de Psicología Hospitalaria, los Servicios de Neumología, Farmacia o la Unidad de Andrología. “Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca y prevenir nuevos eventos cardiovasculares, mediante intervenciones que pretenden mejorar el funcionamiento de los pacientes a nivel físico y psicosocial, así como revertir la progresión de la enfermedad y reduciendo de este modo la morbilidad y mortalidad”, ha subrayado el responsable de la Unidad, el cardiólogo Vicente Arrarte.

Procedimiento post-episodio cardíaco

La enfermeracontacta con el paciente que ha sufrido un evento cardiovascular, transcurrida una semana del alta, para ofrecerle la participación en el programa, que tiene una duración de un año y consta de dos fases. En la primera de ellas se realizan charlas grupales en el salón de actos y la segunda consiste en la rehabilitacón individual.

La Unidad se ha tenido que adaptar a la época COVID y es por ello que la primera fase se ha llevado a cabo mediante charlas online que se facilitan a los pacientes. Precisamente, desde la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología, presidida actualmente por el doctor Arrarte, se ha creado un Aula Abierta, dotada de vídeos con información práctica que complementan los consejos de los profesionales.

Por lo que respecta a la segunda fase y, a excepción de los meses de confinamiento, se ha continuado con la actividad, manteniendo las medidas de protección pertinentes frente a la COVID-19. Se trata de una intervención personalizada, basada principalmente en la educación sanitaria para la modificación de los factores de riesgo, la movilización precoz y la práctica de ejercicio físico.

La enfermera y la fisioterapeuta citan al paciente en consulta cada 15-20 días, aproximadamente, para abordar los principales pilares de la Unidad: la adhesión y el seguimiento del tratamiento médico, el el manejo de los factores de riesgo, la alimentación, la práctica de ejercicio físico, dependiendo de la patología y condiciones del paciente, así como el apoyo emocional.

También se realizan revisiones periódicas por parte del cardiólogo y del rehabilitador, con el fin de optimizar el tratamiento farmacológico y el ejercicio físico, respectivamente, y al año del evento cardiovascular, si el paciente está estable, se le da el alta. Los beneficios que aporta este programa de rehabilitación cardíaca son la reducción de la mortalidad cardiovascular, la adherencia terapéutica, la mejora del manejo de los factores de riesgo, así como el empoderamiento del paciente.