La Audiencia Provincial de Valencia ha ratificado la pena de dos años de prisión por los delitos de conducción temeraria y homicidio por imprudencia grave, al joven que participó en 2017 en Rafelguarf en una carrera ilegal de motos en el que perdió la vida otro joven de 18 años de Tavernes de la Valldigna.
Se trata de la primera condena firme por una carrera ilegal donde hay una víctima mortal en la Comunitat Valenciana.
Y es que el único joven juzgado por estos hechos ha reconocido durante el juicio su responsabilidad y ha aceptado también la retirada del permiso de conducción de vehículos a motor durante un plazo de tres años y cinco meses.
La sentencia desestima las peticiones de las compañías aseguradoras que pretendían que las culpas recayeran entre el motorista y el peatón fallecido al 50% y entre el público que asistió a ver la carrera ilegal. Por ello, las obliga a pagar indemnizaciones que ascienden a cerca de los 200.000 euros, tanto a los familiares del fallecido como a cuatro peatones, tres de ellos menores de edad, que estaban presenciando la carrera y resultaron heridos.
El fallo también indica que no se tiene en cuenta si el arrollamiento lo causa la moto del condenado o la de su competidor ya que al participar en la carrera ilegal ambas partes asumen el riesgo.