opinión

Los 150 años del colegio María Inmaculada de Carcaixent

Por el profesor y escritor Javier Arias Artacho

ondacero.es

La Ribera |

Javier Arias Artacho

No es fácil cumplir 150 años de historia, pero el centro concertado María Inmaculada de la localidad de Carcaixent este año celebra algo más que su centenario. Conmueve imaginar el empeño de un puñado de religiosas por mejorar la calidad de vida de aquellas niñas que tenían pocas oportunidades educativas, y lo hicieron desde el buen empeño, la humildad y el servicio. Dirigidas por María Antonia París, su fundadora claretiana, llegaron a un Carcaixent que era otro mundo en aquel 1875. Era el de la eclosión de un mercado citrícola, el de las distancias largas, el de los campos cambiando las moreras por el azahar. Conmueve ver el paso del tiempo y, a la vez, cómo los sueños se convierten en realidad y se multiplican con creces cuando se ponen al servicio de los demás. Hoy, aquella pequeña escuelita para niñas se ha convertido en uno de los centros de referencia de la comarca y su influencia en familias y jóvenes contribuye a cambiar el mundo desde sus valores.

Vivimos en la realidad de la inmediatez, donde la paciencia y el esfuerzo se ven relegados por lo urgente, por el éxito rápido y, por tanto, por logros superfluos, efímeros diría yo. Cuesta esperar, cuesta tomarse el tiempo para hacer las cosas bien y celebraciones como estas recuerdan a los jóvenes que los frutos maduran lentamente y sobreviven al tiempo si tienen un verdadero sentido. Es muy necesario recordarnos de dónde venimos y que nos somos islas, sino simples eslabones en nuestra historia que, al mismo tiempo, es parte de otra gran historia.

El centro de las misioneras claretianas ha querido iniciar este año de celebraciones con un acto para toda la comunidad educativa y sus familias. Se celebró el viernes 24 de enero con una puesta en escena espectacular, entre bailes, cantos y testimonios, y por supuesto, con la participación de todo su alumnado y ciudadanos de la localidad. Fue el pistoletazo de salida a diferentes acciones que irá organizando el centro a lo largo del año, pero significó algo especial para su comunidad e, incluso, para Carcaixent: reconocer la importancia que tiene el trabajo y el empeño de quienes nos precedieron, aquellas y aquellos que lucharon por construir una España diversa y plural desde la educación, a pesar de las dificultades, poniendo siempre el timón rumbo al bien. La fundadora de las claretianas lo definió de una forma muy acertada: intentad hacer fácil el camino a los demás.

Y dicen que el colegio María Inmaculada de Carcaixent está en ello, en intentar cumplir lo mejor posible con su legado educativo, como tantos otros centros. Pero este año, en Carcaixent, les toca celebrarlo a las claretianas. 150 años no se celebran todos los días.

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Celebración 150 aniversario del Colegio María Inmaculada de Carcaixent
Celebración 150 aniversario del Colegio María Inmaculada de Carcaixent | Javier Arias Artacho