Autoeficacia: El poder de “creer que puedes”
¿Alguna vez te han dicho eso de “Querer es poder"? Bien pues hoy hablaremos con nuestro psicólogo de cabecera, el doctor Edgar Bresó, no del QUERER sino del CREER.
Para ello lo tenemos ya al otro lado de las ondas, hoy desde Cerdeña, a Edgar Bresó que se encuentra allí participando como ponente en un congreso.
Buenas tardes, Luís, hoy voy a comenzar mi intervención con un par de preguntas: ¿Te apostarías 100 euros conmigo a que me ganas a una partida de tenis? ¿Y a qué haces un sudoku más rápido que yo?
La explicación de tu respuesta la encontramos en un concepto que ha resultado esencial a la hora de explicar la conducta social del ser humano y muy especialmente la motivación laboral. Este concepto es la Autoeficacia y la existencia de este concepto se la debemos a Albert Bandura quien es el autor de la Teoría Social Cognitiva que es de lo que hoy os voy a habar.
Y ¿Qué es exactamente la Autoeficacia? Pues la Autoeficacia es la creencia que tiene una persona en su capacidad para alcanzar un objetivo específico futuro.
Entonces la autoeficacia es, básicamente, para que la gente que nos escucha lo entienda: ¿Lo bien que haces algo?
No exactamente. La autoeficacia no es una evaluación sobre la capacidad de una persona, sino la creencia concreta sobre si es capaz de realizar con éxito una tarea en particular que se desconoce. Si regresamos al ejemplo que he puesto al inicio, la tarea sería el partido de tenis o los sudokus (y tú no sabes cómo juego yo a tenis o cómo de bien hago sudokus). Por lo tanto, tu respuesta no depende de mi capacidad, sino únicamente de tu creencia sobre tu propia capacidad. Eso es la autoeficacia.
Muy bien Edgar, entonces, según esta teoría, ¿Mi éxito en hacer algo depende simplemente de que yo me crea capaz de hacerlo? ¿Es decir, sólo con creerlo es suficiente?
Evidentemente no. La autoeficacia (es decir, esa creencia) solamente funciona cuando proviene de cuatro fuentes muy específicas. No es solo creer que puedes ganar sino creer que puedes ganar de manera, digamos, fundamentada en 4 pilares:
La primera fuente de autoeficacia y la más importante, es la Experiencia previa de éxito: Las personas que han tenido éxito en el pasado tienden a tener un mayor éxito en el futuro para tareas similares. El mejor predictor de tu éxito futuro es tu éxito pasado en tareas similares.
En segundo lugar, el Aprendizaje vicario: Ver a otros tener éxito puede incrementar la creencia de que uno mismo puede lograrlo también, especialmente si la persona observada es percibida como similar o parecida a mí. Esta fuente solo funciona si tu modelo se parece a ti. Por ejemplo, si a mí me gusta jugar al tenis y mi modelo es Nadal, es complicado que me crea que yo puedo ser número 1 del mundo porque el cuerpo de Nadal no tiene mucho que ver con el mío pero si me fijo por ejemplo en Roger Federer, es posible que sí que funcione el modelado o aprendizaje vicario.
En tercer lugar, la Persuasión verbal: Las personas pueden desarrollar una mayor autoeficacia si reciben refuerzos positivos de otros, como elogios o ánimos.
Y, finalmente, los Estados emocionales: El bienestar físico y emocional también influye en la autoeficacia. Por ejemplo, el estrés o la ansiedad pueden reducir las creencias de eficacia.
Y ¿Para qué sirve todo esto de la autoeficacia? ¿Para qué se usa (o se puede usar) esto?
Educación: A través del fomento de la creencia en la capacidad de los estudiantes para aprender y resolver problemas. (Mejorar las notas. De hecho, esa fue una de las conclusiones de mi tesis doctoral). A través del modelado (con modelos que MOTIVEN y la persuasión verbal)
Psicología de la salud: En programas que buscan cambiar comportamientos de salud, como dejar de fumar o realizar ejercicio físico. Centrar la motivación en el éxito y no en el fracaso.
En las empresas: Mejorando la motivación y la confianza de los empleados en el lugar de trabajo. Poniendo modelos que sean comparables a uno mismo y promoviendo experiencias de éxito en el trabajo. NO DE FRACASO (para que aprendan).