Facilitación social
¿Cómo nos comportamos cuando nos están mirando?
El espacio de hoy dedicado a la Psicología de andar por casa, hoy hablaremos sobre uno de los fenómenos clásicos que describe cómo nos comportamos en grupo o situaciones sociales: La Facilitación social para ello contamos, una vez más con la presencia del doctor Edgar Bresó, profesor titular de la Universitat Jaume I de Castellón.
¿De forma resumida, qué es la FACILITACIÓN?
Una definición sencilla de facilitación social sería definirla como un fenómeno psicológico mediante el cuál, la presencia de otras personas influye en la conducta o el rendimiento del individuo.
Este concepto fue desarrollado por el psicólogo Norman Triplett a fines del siglo XIX, quien observó que los ciclistas tendían a pedalear más rápido cuando competían contra otros que cuando lo hacían solos. Es decir, se trata del efecto que tiene en tu rendimiento el hecho de hacer esa tarea en grupo o individualmente. Es decir, nuestro nivel de competencia cambia, dependiendo de la gente que realiza la tarea con nosotros.
Parece sencillo, pero dime ¿cómo funciona exactamente?
Pongamos un ejemplo: En un puesto de trabajo, no todo el mundo, pero la mayor parte de personas, no actúan igual cuando saben que se les está observando o evaluando como cuando no lo saben y tampoco cuando una persona trabaja sola como cuando está trabajando con otras compañeras. El mero hecho de saber que está haciendo el mismo trabajo que tú, ejerce una presión en ti que afecta a tu rendimiento.
Entonces, quieres decir que ¿Todos los trabajos deberían realizarse con personas a tu alrededor para que se mejorase el rendimiento?
Bueno, no exactamente porque la palabra FACILITACIÓN es un poco engañosa ya que se facilita que realizar una tarea pero también se facilita la inhibición de una tarea y eso depende del grupo con el que yo compare.
¿Me puedes poner un ejemplo de esto para que la audiencia lo pueda entender.
Por supuesto Luís, de hecho es lo más interesante, verás: vamos a suponer que esta noche nos vamos a tomar una copa (yo sé que tú no bebes pero bueno, nos tomamos un refresco) y resulta que coincide que vamos a un local que ponen salsa y hay gente bailando, ¿Tú saldrías a bailar?
Tu respuesta va a depender (al menos) de dos cosas:
La primera es tu competencia en la tarea (cuánto sabes bailar) pero la segunda será quién y sobre todo CÓMO estén bailando en ese local. Es decir, si tú eres un gran bailarín seguramente te lanzarás a bailar pero si la gente que está bailando en el local lo hace extraordinariamente bien (son unos súper cracks) tal vez te pare un poco porque claro… tú quieres lucirte y si ellos bailan mejor que tú… se va a complicar, vas a quedar tú como el que peor baila de la sala. Pero en cambio, si la gente que baila en la sala lo hace regular, saben bailar pero no demasiado. Tal vez, veas que eso puede ser un motivador el poder ponerte a bailar a su lado y demostrar lo que sabes.
En definitiva, cómo de bien hacen una tarea las personas que comparten la tarea contigo condiciona tu motivación y en definitiva tu rendimiento en la tarea.
De acuerdo, y todo esto, ¿qué utilidades tiene? ¿Saber todo esto para qué nos puede servir?
Las utilidades de la facilitación social yo diría que son infinitas pero nos vamos a centrar en algunos aspectos concretos relacionado con el ámbito laboral y también en la educación de nuestros pequeños. Así, por ejemplo, a la hora de incorporar a un nuevo miembro en un equipo de trabajo, es fundamental que tengamos en cuenta que, si ponemos a trabajar a esta persona con un grupo excesivamente competente o experimentado, eso lejos de motivar al nuevo empleado lo que puede hacer es FRUSTRAR al nuevo miembro, inhibir la conducta y hacer que finalmente no se adapte, en cambio, por otro lado, si ponemos a este nuevo miembro con un equipo excesivamente inexperto o poco competente, lo que sucederá es que el nuevo miembro, se acomodará y relajarla y no dará su máximo. Por lo tanto, aquí la solución está, como en muchas ocasiones, en conseguir un equilibrio poniendo este miembro con un equipo que sea competente para que motive y facilite el rendimiento, pero NO demasiado para que no frustre e inhiba su conducta.
Por otro lado, en cuanto a la educación de nuestros pequeños, debemos tener en cuenta que la facilitación social, junto con el modelado son los dos procesos fundamentales que suelen guiar el aprendizaje y la conducta de nuestros niños y niñas. Así que, debemos tener en cuenta que no podemos supeditar la conducta de nuestro hijo/a a la situación social. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno estoy seguro que los padres y madres me entenderán con este ejemplo: A veces, nuestros peques se comportan de forma muy distinta cuando están los papás delante a cuando están con sus abuelos o en el cole, etc. Lo primero que tengo que decir es que esto es completamente normal pero, siempre dentro de un límite. De este modo, es tarea de sus padres preocuparse por hacer entender a su hijo/a que el comportamiento (el buen comportamiento) se debe mantener en todas las circunstancias y no dependiendo de si se está en un contexto u otro.
Suena muy sencillo pero ¿Cómo se consigue esto?
Obviamente no es fácil pero un modo de conseguirlo es no basar exclusivamente la educación en un sistema de refuerzo positivo si se hacen las cosas y negativo si no se hace (o vice-versa). Es decir, se trata de dar más autonomía a nuestros pequeños para que sean ellos mismos quienes decidan hacer las cosas del modo adecuado y desde luego eso, a base de castigos y recompensas nunca será posible.