Hemos inaugurado una nueva sección en la que, cada dos semanas, hablaremos de un modo sencillo, práctico y entendible por todos sobre: la empatía, la autoestima, la gestión emocional, el bienestar, el desarrollo personal o la felicidad, pero también hablaremos de otros conceptos más técnicos como son: la disonancia cognitiva, el efecto bola de nieve, la autoeficacia o la polarización grupal que son conceptos menos conocidos pero que tienen una gran importancia en las relaciones sociales y en nuestras vidas.
Finalmente, tendremos la oportunidad de debatir sobre nuevos constructos (incluso también patologías) que en los últimos años y, sobre todo, por el auge del uso de Internet y de las redes sociales, han emergido en nuestra sociedad. De este modo, hablaremos del hosting o del FOMO, entre otros.
Hoy iniciamos la sección hablando de la Inteligencia Emocional, con Edgar Bresó, Profesor Titular en el departamento de Psicología Social y director de Máster en Inteligencia Emocional de la UJI de Castellón.
1. La primera pregunta es obvia: Qué es exactamente la Inteligencia emocional
Como tú muy bien has dicho, prácticamente todos nosotros hemos escuchado alguna vez el concepto inteligencia emocional y normalmente cuando nos imaginamos a una persona emocionalmente inteligente solemos pensar de una persona simpática con habilidades comunicativas, que tiene muchos amigos y que está siempre feliz o es una persona positiva.
Bien, pues lo primero que me gustaría que la audiencia tuviese en cuenta es que: ser inteligente a nivel emocional no es estar siempre feliz sino más bien saber poner a cada momento la cantidad de felicidad adecuada; me explico, una persona inteligente a nivel emocional es una persona que es capaz de percibir adecuadamente las emociones propias y ajenas y, a partir de ahí, regularse de una forma adecuada. Por lo tanto, no se trata de ser una persona positiva o feliz sino saber regular nuestras emociones a cada una de las situaciones de nuestro día a día. Y este planteamiento nos lleva una idea que probablemente algunas personas de las que nos están escuchando conocen: No existen emociones negativas, existen emociones desagradables pero las emociones, por definición, no son negativas ni positivas; son agradables o desagradables y en algunos momentos de nuestra vida tenemos que regularnos hacia emociones que no son agradables pero que son necesarias para, por ejemplo: para ser eficaces a nivel comunicativo, para empatizar o para trabajar adecuadamente.
Resumiendo, si quieres ser emocionalmente inteligente lo que debes hacer es entrenar tus habilidades para percibir cómo te sientes y cómo se sienten las personas que están a tu alrededor, comprender por qué nos sentimos así y finalmente regularte para dar tu mejor respuesta a nivel emocional.
2. ¿Cuál es su origen?
Yo ubicaría el origen de la inteligencia emocional en los años 20 (Obviamente, me estoy refiriendo al siglo pasado) cuando Edward Thordike (entre otros) se dio cuenta que muchas personas que eran inteligentes a nivel cognitivo no conseguían éxito en su vida. De hecho, si lo pensamos seguro que todos tenemos un amigo o amiga que fue compañero nuestro en el colegio, que era muy inteligente y sacaba muy buenas notas pero luego, cuando han pasado los años no ha llegado a tener lo que podríamos decir “éxito” tanto a nivel personal como profesional es decir parece que no le ha ido muy bien la vida a pesar de que era muy inteligente. Thordike etiquetó entonces un concepto al que llamó inteligencia social con el que definía esa otra capacidad de las personas, no relacionada con la inteligencia a nivel cognitivo. Bien, pues 60 años después, en 1983 Howard Gardner publica la Teoría de las inteligencias múltiples y vuelve a recuperar esa idea cuando habla de una inteligencia intrapersonal e interpersonal. Que al final, si pensamos en la definición de las palabras: inteligencia significa solucionar problemas, inter-personal (solucionar problemas con los demás), intra-personal (solucionar problemas con nosotros mismos) y ¿cuál es el primer problema que debemos solucionar a
nivel emocional? Saber cómo nos sentimos nosotros y cómo se sienten los demás… Como ves, volvemos otra vez a la idea de percibir adecuadamente las emociones propias y ajenas.
Finalmente, en el año 1990 (hace relativamente poco) Peter Salovey y Jack Mayer publican el primer artículo de investigación que etiqueta el concepto “inteligencia emocional” (retomando las ideas de Gardner y también de Thordike).
En resumen, la primera vez que se etiqueta y usa el concepto Inteligencia emocional es en 1990 pero, el concepto, como hemos visto, es bastante más antiguo.
3. ¿Para qué sirve?
Bueno, a pesar de que hasta hace relativamente poco (unos 30 años) se decía siempre que tenemos que ser fuertes y duros (especialmente los hombres) y que para triunfar en la vida debemos dejarnos las emociones en casa e ir nuestro a nuestro puesto de trabajo con una coraza para que no se nos “suban a la chepa”, la investigación ha demostrado de forma muy consistente que las emociones son esenciales para conseguir el éxito en múltiples facetas, tanto personales como laborales e incluso también que ser emocionalmente competente está relacionado con mucho indicadores de salud. Y claro, en este punto se puede caer en la tentación de “venderte” que todo te va a ir bien en la vida si eres Inteligente a nivel emocional y la verdad es que no es así. No se trata de cómo eres sino de cómo lo utilizas.
Es decir, por ejemplo, una persona inteligente a nivel emocional es capaz de establecer relaciones sociales más genuinas, ser más persuasivo y por lo tanto eso le puede ayudar a dirigir mejor equipos en una empresa o incluso también una persona inteligente a nivel emocional tiene más capacidad de autocontrol (porque gestiona mejor sus emocionales) y eso le puede ayudar a conseguir mayor adhesión a una dieta o a un tratamiento médico.
4. ¿Como se puede desarrollar?
La primera cosa que debemos tener en cuenta es que la inteligencia emocional (IE) es una habilidad por lo tanto por definición una habilidad se puede aprender y el único modo que yo conozco de aprender una habilidad es practicando.
El hecho de considerar la IE como una habilidad es relevante porque de este modo eliminamos la idea que comentábamos al principio de pensar que una persona inteligente a nivel emocional es una persona graciosa, simpática o que tiene muchos amigos. Como hemos visto, esto no es así. Una persona inteligente a nivel emocional es una persona que ha desarrollado sus capacidades para percibir y gestionar sus emociones, por lo tanto, todo el mundo puede ser inteligente a nivel emocional independientemente de que seas más o menos simpático, tengas más o menos amigos tengas o seas más extrovertido o introvertido.