Todos los refugios de animales de la zona se han visto afectados de una forma u otra.
Es el caso de Ribercan, en Carcaixent, al igual que otros muchos ubicados en zona inundable y de donde, cada vez que llueve, hay que sacar a los animales para ponerlos a salvo.
Su presidenta, Marian Nolasco ha querido agradecer las innumerables donaciones recibidas con comida y otros enseres tras la DANA, y pide a las autoridades locales que se intente buscar unos terrenos cedidos o a bajo coste para poder cambiar de lugar las instalaciones a una zona no inundable.
También ha solicitado la colaboración de aquellos que quieran ayudar aportando sus manos y material de obra para poder levantar algunos centímetros el suelo del albergue y así estar más a salvo de las aguas.