La acumulación de cañas y restos vegetales y animales en las playas de Cullera, arrastrados por la crecida de ríos y barrancos, ha generado alarma entre los vecinos debido a la aparición de animales muertos en estado de descomposición. Las autoridades locales han recomendado extremar las precauciones para evitar posibles contagios, dado que la presencia de cadáveres en descomposición podría aumentar el riesgo de infecciones. Los vecinos han manifestado también su preocupación por los fuertes olores que emanan de estas áreas.
Para evitar contagios y localizar restos, la Guardia Civil y la Policía Local han reforzado la vigilancia en la zona, apoyados por drones, helicópteros y embarcaciones. Estos esfuerzos también cuentan con la colaboración de equipos de búsqueda canina. Sin embargo, las autoridades insisten en que los vecinos se mantengan alejados de estas áreas y eviten manipular las cañas o restos acumulados. Desde el Ayuntamiento de Cullera, se subraya la importancia de contar con personal y maquinaria especializada para gestionar esta situación de emergencia y proteger tanto a los residentes como al entorno.
El alcalde, Jordi Mayor, ha estado en Más de Uno La Ribera.
