Esta mañana, a las diez, en Ford Almussafes, los representantes de los trabajadores designados por los comités de empresa de Valencia y Madrid están citados para constituir la Comisión Negociadora del Expediente de Regulación de Empleo de Ford España. Pese a que la factoría de Almussafes ha sido la elegida para producir los vehículos eléctricos de Ford en Europa, este tipo de coches supone menos mano de obra, por lo tanto, la dirección ya anunció que habría que redimensionar la plantilla.
Así lo dejó entrever el pasado mes de octubre, Dionisio Campos, cuando declaró que la menor carga de trabajo que implica la fabricación de los nuevos modelos eléctricos asignados a Almussafes conllevaría negociaciones para adaptar la plantilla a la transformación del negocio.
En abril de este año está previsto el cese de la fabricación de los modelos S-Max y Galaxy porque la multinacional está acelerando su estrategia hacia la electrificación total de sus vehículos de pasajeros en 2030 y de todo su portfolio en 2035. La factoría de Almussafes se quedará pronto con la producción solo del Kuga, hasta la fabricación de los nuevos eléctricos.
La planta ribereña de Ford cuenta en la actualidad con 6.000 trabajadores, de los cuales 700 se ven afectados por un ERTE de larga duración, iniciado en 2020 y prorrogado hasta el próximo 30 de junio, debido a la inestabilidad en el suministro de semiconductores y componentes derivados.
