En La Ribera Alta, el 38 % de los días en los que ha estado activa la prohibición de quemas agrícolas en la Comunitat Valenciana, hasta el 1 de junio, se hubiese podido quemar de acuerdo con las alertas por peligro de incendios de Preemergencias.
Así lo demuestra un estudio realizado por La Unió LLauradora, desde donde denuncian que, los campos están llenos de restos de poda por las restricciones e insensibilidad de la Generalitat en las quemas agrícolas que no podrán autorizarse hasta el 15 de octubre, si se encuentran a menos de 500 metros de terrenos forestales.
Además, el sindicato agrario, insiste en que en las zonas en las que no se ha podido triturar los restos de poda, éstos son un polvorín para incendios durante el verano y más ahora que ya se han secado, y una madriguera para plagas como por ejemplo el conejo que provoca daños en los cultivos.
La Unió lamenta que con estas restricciones la prohibición de quemas se ha aumentado en 47 días, coincidiendo con la época donde se efectúan las podas y se generan más restos agrícolas.
Por su parte, AVA-ASAJA ha pedido la implicación de los ayuntamientos para reclamar ayudas por la sequía.
Para ello, ha planteado una moción para que reclamen al Gobierno español y a la Generalitat Valenciana una batería de medidas urgentes que permitan aliviar las pérdidas millonarias de los productores afectados por la escasez de precipitaciones como ayudas directas, la rebaja de módulos, infraestructuras hídricas o la mejora de los seguros agrarios.
