La Audiencia Provincial de Valencia ha dictado prisión permanente revisable para el parricida de Sueca de 47 años, que asestó 27 cuchilladas a su hijo de 11 años en abril de 2022 con la intención de causar el mayor dolor posible a su exesposa y madre del niño, de la que se acababa de divorciar.
El tribunal lo considera autor de un delito de asesinato hiperagravado, cualificado por la alevosía y el ensañamiento.
El tribunal ha aceptado las peticiones de la Fiscalía y las acusaciones, que pedían prisión permanente revisable por el delito de asesinato, y ha desestimado la de la defensa, que argumentaba que no hubo premeditación alguna ni ensañamiento y pidió que los hechos se contemplasen como un homicidio.
Asimismo, establece la prohibición de comunicarse y acercarse a menos de dos kilómetros de su exesposa, en cualquier lugar donde ésta se encuentre, por tiempo superior en 10 años al de la duración de la pena de prisión, así como de residir o acudir a la localidad de Cullera por el mismo tiempo. Se le condena, además, a indemnizar a su exesposa con 500.000 euros por los daños morales causados por la muerte de su hijo.
El pasado 16 de enero, el tribunal del jurado declaró por unanimidad culpable de asesinato a José Antonio A.C, y lo consideró responsable de los delitos de amenazas, quebrantamiento de condena, maltrato físico y maltrato psíquico por los que había sido acusado en este mismo proceso.
La sentencia dictada ahora por la Audiencia, con fecha del 31 de enero, considera probado que el 3 de abril de 2022, José Antonio A.C. mató a su hijo, de 11 años de edad recién cumplidos, acuchillándolo repetida y profundamente con un cuchillo de cocina en el cuello, cara, torso y cabeza.
Señala que el niño, además de otras 41 lesiones de defensa en manos y brazos y otros cortes en diversas partes del cuerpo y cabeza, recibió 27 cuchilladas en la parte delantera del cuello, cara, torso y cabeza, penetrantes en profundidad y de severa gravedad, dos de ellas mortales de necesidad.
Asegura que José Antonio A.C. sabía, mientras acuchillaba a su hijo, que tales actos eran susceptibles de causar la muerte del mismo, y quería matar a su hijo para, así, causar a la madre del niño (su exesposa) el mayor dolor de todos los imaginables.
Añade que el condenado "despreciaba y discriminaba a su esposa por el hecho de ser mujer", y que matar al hijo común de ambos "fue el colofón de su deseo de dominación machista contra ella mantenido a lo largo de su matrimonio".