INUNDACIONES

Enrique Montalvá culpa a la AP-7 de agravar las inundaciones en los campos de Alzira

Según el edil de agricultura van a solicitar la declaración de zona catastrófica por daños estimados en 27 millones de euros

Luis Méndez

La Ribera |

Enrique Montalvá indicando las zonas inundadas

El segundo teniente de alcalde de Alzira y concejal de Agricultura y Servicios para la Ciudad, Enrique Montalvá, ha señalado a la autopista AP-7 como uno de los principales factores que han empeorado las graves inundaciones que recientemente han afectado a los campos alzireños durante la reciente DANA. Montalvá ha explicado que la construcción de la autopista transversalmente a los ríos Júcar, Magro, Verde, Barxeta y flujos de Barrancos como el de la Murta ha afectado de forma negativa al drenaje natural de las aguas en el área.

Según el concejal, la zona de La Garrofera ha sido una de las más afectadas, con vías rurales como el Camino del Mojón de Antella, Camino Pocico Escribá, Camino del Padre José, Camino Casa del Pou, Camino Casa Soriano y Camino Tollos completamente deteriorados. La DANA ha provocado un aumento en los caudales de los ríos Júcar, Magro y Verde que al encontrar barreras artificiales como la AP-7, han aumentado su caudal en ciertos tramos y han impedido el flujo adecuado del agua.

“Esta autopista se ha convertido en un verdadero muro que ha frenado el flujo natural de los ríos y ha llevado a que el agua, en lugar de avanzar hacia el mar, retroceda, quedándose estancada en los campos y caminos rurales, lo que ha provocado serios daños en los pavimentos y en los campos de cultivo,” declaró Montalvá.

El edil ha subrayado que esta situación ha causado destrozos en la agricultura local y una preocupación creciente entre los agricultores, quienes ven cómo sus cultivos e infraestructuras se ven afectados por estas inundaciones recurrentes. “Es necesario que las infraestructuras viales tomen en cuenta el impacto medioambiental y el drenaje adecuado de aguas para evitar que la AP-7 siga siendo un obstáculo en cada episodio de fuertes lluvias, como ya lo fue en las inundaciones de 1982 y 1987”, concluyó.

El responsable de agricultura insta a las autoridades a revisar el diseño de la AP-7 en relación con los cursos de los ríos y barrancos, y a implementar soluciones que garanticen un drenaje más eficiente en la región, protegiendo así el medio de vida de los agricultores y la infraestructura rural de Alzira. Los daños estimados en la agricultura alcireña ascenderían a 27 millones de esuros.