Los primeros hurtos de sandías, sin iniciarse la campaña, ya se han detectado en La Ribera Alta.
A Bernat Monzó, joven agricultor de Carlet, le han robado casi 2.500 kilos del campo que posee en el término municipal de Guadassuar incluso antes de iniciar la campaña de recogida de este cultivo.
Monzó ha mostrado su frustración por el robo y considera que es fruto de profesionales, pues iban preparados con cajones, las han cortado bien y además se han llevado las variedades más gordas y que mejor precio tienen en el mercado.
La Unió LLauradora ha denunciado que el recorte de efectivos de vigilancia provocan mayores facilidades para cometer estos actos delictivos y que queden también impunes. En este sentido, Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ solicita mayor vigilancia en las zonas rurales, que se persiga el comercio de mercancía robada o que se facilite y agilice la presentación de denuncias por parte de las personas afectadas.
