Los agentes encargados de la investigación de la desaparición de Paquita han iniciado otras vías de búsqueda además de la de los rastreos. Este pasado lunes se produjo una falsa alarma, pues se localizó un saco en el río, con lo que parecía un pie humano, aunque al sacar el saco la Guardia Civil se comprobó que era el cuerpo de un perro grande.
Paquita, que presenta principios de alzheimer, desapareció en el campo cuando vestía un pantalón vaquero gris, blusa y visera blanca, y deportivas plateadas. Tiene 79 años, mide 1,50 metros, de complexión normal y pelo canoso.
Según Pepa, la hija de este vecina de Sollana de la que se lleva dos semanas sin noticias, la policía está analizando la actividad de los teléfonos móviles del día de la desaparición en esa zona. Además, se están pegando carteles en zonas más alejadas, por si alguien hubiese recogido en coche a Paquita y la hubiera trasladado a otra localidad.
Los perros de Protección Civil que iban a desplazarse el martes a la zona de búsqueda lo harán otro día pues la lluvia de las últimas horas dificulta el que los perros puedan seguir cualquier rastro con el terreno mojado. Habrá que ver cómo evoluciona la climatología, puesto que estaba prevista la llegada desde Madrid de los mejores perros rastreadores de España.