Papas García

Es una de las empresas con más solera de la capital de La Plana. Todo empezó en 1982, cuando Javier García y Yolanda Cosín, estudiantes recién graduados, deciden emprender un negocio a imagen y semejanza de aquel que hubo junto al Instituto Ribalta de Castellón y que despachaba patatas fritas recién hechas. La añoranza de aquellos sabores y la búsqueda de un negocio viable, les llevó a instalarse en la calle Asarau donde comienzan con la venta de patatas fritas recién hechas en tienda. Más tarde comienzan a envasar y vender en otras tiendas para, desde hace 15 años, también administrar a suministrar a supermercados.

El secreto de sus patatas está en la calidad de sus productos, una buena patata y un buen aceite, sin conservantes, lo que obliga a que la cadena de producción esté siempre en marcha. Sus mejores embajadores son los estudiantes Erasmus y clientes que les son fieles y les piden envíos de patatas en fechas muy puntuales.

Aunque sus patatas han llegado a los cinco continentes, no se plantean de momento otras fronteras que las de la provincia de Castellón para su negocio, consideran que eso podría encarecer la calidad de su producto.

Sus 7 trabajadores , algunos desde hace 27 años, se consideran, junto a los dos gerentes parte de la empresa que es sin duda, un clásico de los sabores genuinos de Castellón. Por todo esto, Papas García, recibirá el Premio Onda Cero de la Economía y la Empresa 2019, el próximo 5 de junio en el Paraninfo de la UJI.