Amics logró el pasado viernes ante el Melilla una victoria que vale su peso en oro a la hora de luchar por la permanencia. Los castellonenses afrontaban la jornada con una tremenda presión y sabedores de que la famosa espada de Damocles pendía sobre sus cabezas. Y es que una nueva derrota les hubiera dejado con un pie en LEB Plata .
Pese a ello los de Juan Orenga fueron capaces de rehacerse a un pésimo inicio de partido para mostrar su mejora cara en la segunda mitad. Una reacción, gracias a 56 puntos anotados en la segunda mitad, que sirvió para amarrar tres puntos que dejan la pelea por todo lo alto a falta de seis partidos para el final de la liga regular.
El inicio de partido fue malo para los castellonenses que pagaron los nervios en la primera mitad. Encajaron un parcial de de 0-7 de inicio y, pese a reaccionar fueron a remolque hasta llegar al descanso con nueve puntos abajo en el marcador (34-43).
La reanudación fue espectacular para el Amics Castelló liderado por Rubén Domínguez que con 9 puntos en dos minutos acercaba a los castellonenses 44-45. El partido fue a brazo partido hasta el final y Amics supo jugar con templanza y acierto los minutos finales para llevarse un victoria clave. Lamentablemente los castellonenses no pudieron ganar el average particular con los melillenses tras perder por 11 puntos en la primera vuelta.
Este próximo miércoles los de la capital de La Plana viajan a Burgos donde tratarán de dar la sorpresa ante uno de los aspirantes al ascenso. El cuadro burgalés estrenará técnico en la figura de Jota Cuspinera que debutará ante los castellonenses.