Pese a que no fue suficiente para que la victoria se quedase en La Cerámica, Alex Baena volvió a firmar este fin de semana otra portentosa actuación. Algo que ya no es noticia para un jugador que ha demostrado estar ya entre los mejores de la liga y que sigue comandando cada semana el juego ofensivo de su equipo. Por si fuera poco, el futbolista sigue evolucionando en un juego en el que se echaba en falta una mayor capacidad goleadora y que empieza a añadir a su repertorio.
Tras ser el autor de la jugada que desembocó en el primer gol amarillo, obra de Thierno Barry, el almeriense se quitó el traje de asistente para convertirse en el ejecutor del segundo tanto amarillo. Una jugada plagada de habilidad y potencia que dejó claro que puede ser un futbolista contundente en área rival. De esta firma el de Roquetas ve puerta por segunda jornada consecutiva, tras marcar en Pamplona el pasado fin de semana, y firma su tercer tanto de la temporada en liga.
El internacional amarillo, que la pasada campaña fue uno de los mejores asistentes del fútbol europeo y este año va camino de ello, se había marcado para esta temporada el objetivo, a nivel individual, de mejorar sus registros goleadores. Y de momento va camino de ello. Con el tanto ante el Girona supera los goles en liga que anotara en liga el curso pasado: “era un reto que tenía en lo individual, pero lo que me importa es que los goles sirvan para ayudar al equipo”, aseguraba el futbolista tras el duelo ante los catalanes.
Pese a que su actual nivel le convierte en uno de los jugadores más destacados del panorama internacional, sus 23 años le dan un gran margen de mejora que el centrocampista quiere explotar. Su mejor temporada anotadora en liga fue la 22/23 con seis tantos. Año en el que, gracias a sus goles en Conference League y Copa, alcanzó los 12. Sin jugar Europa será más complicado que el almeriense se acerque a dicha cifra, pero sí que todo hace indicar que este año va camino de dar un paso más en su juego.