El CD Castellón deberá ganar este próximo domingo al Deportivo de la Coruña si quiere acabar la temporada como campeón de la Primera RFEF. Un premio más bonito que importante, pero que sería un digno colofón a una temporada para la historia como la que han firmado los albinegros.
Los pupilos de Dick Schreuder cayeron en un escenario mítico como es Riazor por dos tantos a uno y donde el fútbol les castigó en exceso tras dominar sobradamente gran parte del partido. Suyo fue el mejor fútbol y el dominio, dejando una sensación de superioridad durante gran parte del duelo.
Pese a ello la primera gran ocasión sería gallega. El guardameta del Castellón, Gonzalo Crettaz, derribó dentro del área a Mella y el árbitro no dudó en señalar la pena máxima. Lucas Pérez se encargó de lanzarlo y el portero argentino detuvo el balón. El argentino se erigía de nuevo en protagonista y propiciaba la reacción de su equipo
Los albinegros tomaban el mando del partido y llevaban el peso del mismo. Fruto de ello llegó el tanto de Douglas Aurelio tras una combinación con De Miguel que solventó con un gran giro en el área para desarbolar a la defensa.
Pero cuando mejor estaban los castellonense, el Depor reaccionó. Los de Idiákez se metieron en el partido tras una genialidad de Lucas Pérez. Posteriormente aprovecharían la falta de contundencia para avanzarse. Con la entrada de Lars Veldwijk el equipo de La Plana buscó un juego más directo y balones al área , incluso el sudafricano gozó de un remate franco que cabeceó flojo a las manos del portero.
Todo queda abierto de cara al duelo del próximo domingo
