Aseguraba Marcelino tras el partido liguero de este pasado fin de semana, que el de Marsella no será un partido especial para él. “Es uno más” aseguraba el técnico amarillo. Y lo cierto es que cuesta creer que a un entrenador exitoso como es el de Cereñes no le quede ninguna espina tras una complicada estancia como la que tuvo en Marsella y una salida tan accidentada.
Pero el asturiano no será el único que este jueves viva un regreso al Velodrome marsellés . Será el caso de Eric Bailly, quien la pasada campaña vistió la camiseta del equipo francés. Y lo cierto es que tampoco tuvo demasiada fortuna durante su estancia en el cuadro galo.
No hace tanto la temporada se iniciaba en la Ligue1 con Marcelino sentado en el banquillo del Olympique. Tras sus exitosas experiencias en la liga española, para “marce” era la oportunidad de dar el salto a un proyecto de Champions, pero todo comenzó a torcerse desde el principio cuando el cuadro galo acabó apeado en la previa de la Liga de Campeones ante el Olympiacos griego.
El ambiente se tornaría insufrible a causa de la presión de unos grupos ultras hacia la directiva y Marcelino y su cuerpo técnico decidieron abandonar Marsella. Sus números en liga, con tan sólo cinco jornadas disputadas , eran correctos con dos victorias y tres empates . “Como resultado de esta deplorable situación, Marcelino y su personal no continuarán su misión en el Olympique de Marsella por motivos extradeportivos”, rezaba el comunicado oficial del club
Una revancha para Bailly
Quien tampoco vivió una experiencia idílica en la Costa Azul fue Eric Bailly. El defensa africano jugó en Marsella cedido por el United en la temporada 22/23 y, pese a llegar con la vitola de fichaje importante, lo cierto es que pasó con más pena que gloria por el equipo francés
El central costamarfileño participó de 17 partidos, de los cuales en tan sólo cinco partió como titular. Al finalizar dicha campaña regresó al United después de que el Olympique no ejecutara una opción de compra valorada en siete millones de euros
El hoy defensa del Villarreal tuvo una participación intermitente y poco ayudó que fuera castigado con una dura sanción de siete partidos tras una escalofriante entrada a un futbolista del Hyeres, Almike Moussa N’Diaye, en un partido de copa francesa. Las lesiones , que han castigado al central durante su carrera, también resultaron ser un lastre