El bombo ha sido caprichoso esta mañana en el sorteo de los octavos de final de la Europa League que se ha celebrado en Nyon (Suiza) a la hora de deparar rival para el Villarreal CF. Y ha querido que los amarillos se midan al Olympique de Marsella, equipo al que entrenó Marcelino al inicio de la presente temporada y del que tuvo una tormentosa salida.
Tras un inicio de temporada irregular agravado por la pronta eliminación en la fase previa de la Liga de Campeones, los ultras del cuadro galo, uno de los grupos radicales más numerosos de Europa, presionaron al club exigiendo cambios y dimisiones. Una situación que acabó con la marcha de Marcelino , quien decidió abandonar el club a cauda de un clima "irrespirable": "Nunca había visto nada igual en mi vida. Y no creo que vuelva a verlo. Al menos eso espero. Es una forma de hacer las cosas que está muy lejos de lo que debería ser la realidad en 2023 en un país civilizado", afirmó en su momento.
Una decisión que se convertiría en el primer paso para que el asturiano, mes y medio después, regresase al club de La Plana. Y lo cierto es que, seguramente, Marcelino no esperaba medirse tan pronto al que fue su equipo y tener que pasara un mal rato el próximo 7 de marzo en su regreso al Velodrome.
Precisamente en la previa del sorteo, al técnico se le preguntaba por si "cruzaba los dedos" para evitar al cuadro marsellés: "No cruzo los dedos para evitar al Marsella. Si nos toca pues nos toca y allí jugaremos. Un partido allí es muy atractivo. Como nosotros, no están en su mejor momento. Hay rivales más complicados"
La ida tendrá lugar el 7 de marzo y la vuelta, en La Cerámica, será el 14 del mismo mes. No existen precedentes en partidos oficiales entre ambos equipo que, hasta la fecha, tan sólo se han medido en amistosos.