Dentro de la fiesta que representó la goleada del CD Castellón el pasado lunes en Almería, si alguien celebró con rabia sus goles ese fue Jesús De Miguel. El delantero más allá de la importancia de sus tantos pudo quitarse de un plumazo la presión por marcar que le atenazaba en este inicio de temporada. Destapado el tarro, se espera que lleguen muchos más.
Un cabezazo tras un centro medido de un eléctrico Alex Calatrava y un remate con la pierna izquierda tras una brillante acción colectiva del conjunto castellonense, permitieron al madrileño estrenarse como artillero en el fútbol profesional, a la vez que acabar con un largo periodo de sequia que arrastraba desde hace demasiado tiempo.
De Miguel, que no marcada desde el 23 de marzo de la pasada temporada frente al Real Madrid Castilla, rompió la nefasta racha con una notable actuación en uno de los escenarios más complicados de la categoría: "“Es cuestión de acierto y esta vez hemos estado contundentes en las áreas y hemos marcado cinco goles en un campo muy difícil y contra un muy buen rival. Es un orgullo poder meter dos goles con el Castellón y en Segunda División mucho más",, dijo
Autor de 16 goles la pasada temporada, el futbolista no ha perdido nunca la confianza de Dick Schreuder más allá de su acierto o no cara a puerta. Titular siempre en este inicio de temporada, su trabajo incansable en la punta de ataque por fin ha tenido premio gracias a un acierto máximo como el que mostraron en cancha andaluza: "Es cuestión de acierto y esta vez estuvimos contundentes en las áreas y marcamos cinco goles en un campo muy difícil y contra un muy buen rival"