El defensa rosarino pasó en la mañana de ayer la revisión medica en la clínica La Madonnina de la capital lombarda acompañado de su representante, Marcelo Lombilla. El propio club rossonero se encargó de difundir desde primera hora por medio de las redes sociales las imágenes del futbolista vistiendo ya la ropa de su nuevo equipo antes incluso de oficializar la compra del jugador.
De esta forma el Milan cierra una operación que la pasada temporada no llegó a buen puerto ante la falta de liquidez de un club que, con la reciente entrada de capital chino, ha podido formalizar ahora el traspaso con el Villarreal: “Musacchio ya no está con nosotros. Las tres partes se han puesto de acuerdo: El equipo que lo quiere comprar, el jugador que quiere cambiar y el Villarreal que va a cobrar. Todos estamos de acuerdo. No voy a hablar de cifras pero es satisfactorio para el club. Le deseo lo mejor tras nueve años en el Villarreal a un futbolista que ya sé que se considera parte del Villarreal”, aseguraba el presidente del Villarreal, Fernando Roig.
Lo cierto es que el de Musacchio es el último gran negocio del club de La Plana con la venta de un zaguero. Hace dos temporadas los amarillos traspasaron al brasileño Gabriel al Arsenal por 18 millones de euros tan solo una temporada después de haberlo comprado por tan solo tres al Vitoria de Bahía. El pasado verano los castellonenses realizaron la mejor operación económica de su historia al cerrar el traspaso de Eric Bailly, que un año antes había costado menos de 6 millones, al Manchester United por casi 40 millones de euros. La venta de Musacchio, que llegó con tan solo 17 años al Madrigal y poco más de un millón de euros, rondará los 20 millones después de que en las últimas temporadas se frustrasen sus traspasos a equipos como el propio Milan o el Tottenham. El jugador triplicará su actual salario y certificará otro negocio redondo para los de La Plana, ya que la próxima temporada acababa contrato con los castellonenses y hubiera salido gratis del club.
Tres traspasos que dejarán en las arcas del club cerca de 80 millones de euros sin menoscabo del potencial deportivo del equipo que entrena Fran Escribá, como asegura el propio Roig: “El Villarreal es un club que no se considera ni vendedor ni no vendedor. Este es un club que cada operación que realiza es para crecer. Y cualquiera puede salir si es con dichas condiciones: que sea bueno para el club y estemos de acuerdo las tres partes”.
Pese a las graves lesiones sufridas durante las últimas temporadas, especialmente la escalofriante fractura de peroné que sufrió durante la campaña 14/15, el internacional argentino se va del Villarreal con mas de 200 partidos oficiales a sus espaldas vistiendo la elástica del primer equipo.