El Villarreal solo ha sumado una victoria en los últimos seis partidos oficiales

Un problema de intensidad

El Villarreal afronta la Copa en medio de una mala racha de resultados y con motivos para la preocupación. Ante el Alavés firmó su primera derrota local en liga. Un resultado que no pasaría de lo anecdótico de no estar encuadrado dentro de una dinámica que comienza a ser especialmente negativa. Más allá de la pésima imagen ofrecida ante el Alavés, el equipo amarillo está firmando un mes nefasto de juego y resultados. Tan solo una victoria en los últimos seis partidos oficiales es motivo de sobra para que en la plantilla se ponga ya el mono de la faena en los próximos encuentros.

ondacero.es

Vila-real | 29.11.2016 14:48

El Villarreal, en un entrenamiento
El Villarreal, en un entrenamiento | villarrealcf.es

Hasta la fecha el submarino se agarraba a su solidez en el Madrigal, si bien los resultados a domicilio no eran todo lo buenos que cabía esperar para un conjunto con claras aspiraciones europeas. Pero esa condición se ha perdido en el último mes con las derrotas ante el Osmanlispor en Europa League y ante el Alavés recientemente en liga. Fruto de ello los amarillos han perdido comba con los mejores del campeonato (si bien continúan en puestos europeos) y se han complicado innecesariamente la vida en la competencia continental. La mala racha amarilla comenzó en Eibar, donde en los últimos minutos dejaron escapar un partido que acabaron perdiendo por dos tantos a uno. Era la primera derrota tras una racha inmaculada de once partidos consecutivos sumando, pero lo peor es que sería tan solo el inicio de una nefasta seguidilla. Esa misma semana los de Escribá sufrirían la primera derrota en Europa al caer derrotados en el Madrigal a manos del Osmanlispor turco (1-2). La victoria ante el Betis parecía el bálsamo perfecto, si bien resultó ser solo un espejismo. La derrota en Bilbao (1-0), el empate con sabor a derrota en Zurich (1-1) y el reciente varapalo ante el Alavés (0-2) han confirmado las peores sensaciones posibles.

Las causas del bajón amarillo, como suele suceder en el fútbol, son varias, pero algunas de ellas son lo suficientemente evidentes como para buscar excusas al respecto. La falta de ambición ofensiva a domicilio ha lastrado el despegue amarillo durante varias jornadas, toda vez que la intensidad mostrada en algunos encuentros difiere de la requerida por un equipo con aspiraciones: "Si entras mejor en un partido no estás tan obligado a remar contracorriente y obliga a que ellos expongan un poco más, porque con un resultado positivo el rival puede aguantar y no exponer. Si nos agarramos a que nos pesó jugar el pasado jueves serían excusas. Tiramos la primera parte y eso significa que no entramos como tocaba en el partido", afirmaba el lateral Mario Gaspar tras caer derrotados en la última jornada liguera. Por su parte su compañero Castillejo se mostraba igualmente crítico: "Nos faltó intensidad, estar más metidos de inicio en el partido. Está claro que el equipo tiene que salir a tope desde el portero al delantero. Si corremos tenemos que correr todos porque si no no nos sirve" Pero el plantel es consciente de que los males se han mostrado ya en las últimas jornadas y que no se puede esconder bajo el famoso tópico del "día malo" ante los vascos, como aseguraba el centrocampista Manu Trigueros:"No estamos siendo lo intensos que requiere la primera división, ni lo ambiciosos que tenemos que ser arriba tanto en la liga como en Europa", comentaba. En los próximos días la plantilla y el técnico tienen en su mano revertir la dinámica en dos partidos consecutivos a domicilio, como serán en Toledo, en partido de Copa, y el próximo sábado en Leganés.