Con poco más de 51 mil habitantes, Vila-real entra en el podio de las localidades más pequeñas capaces de inscribir sus nombre en una final europea. Tras cuatro intentonas previas en las diversas competiciones continentales, los castellonenses alcanzaron su primera final para suceder de esta forma a Bastia y Mónaco en el dicho ranking
En el caso de la localidad corsa, hay que remontarse a la temporada 77/78 para encontrar la primera hazaña de dichas características. Con 44 habitantes en aquella época , el Sporting Club Bastiais perdió en la final de la copa de la UEFA ante el PSV Eindhoven a doble partido. Anteriormente había eliminado a conjuntos como el Torino o Newcastle antes de caer ante los holandeses. Tras unos años destacando en el fútbol galo (ganó la Copa de Francia en 1981), actualmente milita en el Championnat National, tercera categoría del país.
El último precedente de similares características lo protagonizó el Mónaco, que con poco más de 30 mil habitantes alcanzó la final de la Liga de Campeones de la edición 2003/04. Entrenados por Didier Deschamps y con Morientes como goleador alcanzaron la final tras eliminar a clubes como Real Madrid y Chelsea . El Porto de Jose Mourinho dejaría sin corona a los del principado al imponerse de forma contundente por tres tantos a cero. Antes, ya en la campaña 91/92, jugó la final de la Recopa de Europa que perdió frente al Werder Bremen. Eso sí, pese a las dimensiones y poca población, no es menos cierto que cuesta comparar Mónaco con Vila-real al tratarse de una ciudad estado y cuya historia convierte a su club en uno de los grandes del fútbol galo.
El nuevo reto para los castellonense pasa por convertirse en la localidad más pequeña capaz de conseguir un título europeo. Una empresa mayúscula ante otro gigante como el United