La Vall d’Alba celebra sus fiestas patronales como casi todos los pueblos de la provincia, en el mes de agosto. Los actos taurinos son los protagonistas de las fiestas, aunque tampoco faltan los actos religiosos, deportivos y las orquestras por la noche.
El pueblo de Vall d’Alba cuenta con un amplio recetario de la cocina tradicional en el que las carnes y los embutidos, de extraordinaria calidad, son fundamentales. Otros de los platos destacables de la Vall d’Alba son la olla de verduras y el cerdo, el "tombet" y el conejo asado con ajoaceite. Como postres destacan todos aquellos elaborados con almendras y los tradicionales "pastissos" de cabello de ángel y boniato, así como también los rollets d'aiguardent.