Vilavella, un espacio entre dos aguas
No solamente es el balneario, sino que también tiene un gran patrimonio histórico
Partida entre la Plana y la Sierra d’Espadá se asienta Vilavella. Una población que a pesar de no tener el mar demasiado cerca si que es conocida por sus aguas, pero por sus aguas termales.
Fundada a principios del siglo XIII con la carta Puebla Nueva de Nules, origen de la ciudad de Nules. Se le conoció hasta entonces con el nombre de Vilavella de Nules. No fue hasta 1609 cuando se le expulsó a Vilavella del término municipal de Nules.
Patrimonio
Vilavella se puede visitar el antiguo Castillo de Nules que fue construido por los los árabes en el siglo X. Pero si por algo se conoce a Vilavella es por su balneario al que se le atribuyen cualidades curativas. Ya en época romana se utilizaban estas aguas del subsuelo para reparar algunas imperfecciones de la piel y para la relajación.
Otro de los interesantes rincones que visitar es el Jardín de la Glorieta dónde se puede visitar la fuente Calda que suele estar a una temperatura de 27 grados centígrados, además dentro se incluye el museo de Historia de la Villa.
Pero si algo hace diferente a Vilavella de otros municipios de nuestra comarca es la ruta de la Guerra Civil. Dos trincheras que han sido renovadas.
Patrimonio
Ahora mismo en Vilavella están inmersos en las Fiestas de Santos de la Piedra de San Roque y San Joaquín que se empalman de finales de julio a principios de Septiembre y se caracterizan por los encierros y ganaderías.
Las fiestas más representativas de Vilavella son las de San Sebastián que se celebra del 20 de enero. Durante esta festividad se hace una feria y una romería a la ermita.