La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a penas que suman diez años y tres meses de prisión a un hombre por amenazar de muerte a su hija menor de edad e intentar matar con un cuchillo a su mujer después de que ésta le hubiera manifestado su intención de divorciarse en el domicilio familiar, en el Grau de la capital de La Plana.
La Sala le considera autor de un delito de homicidio en grado de tentativa con las agravantes de género y parentesco, por el que le impone nueve años de cárcel, y de un delito de amenazas con agravante de parentesco, por el que le condena a otro y año y tres meses.
En cambio, le absuelve de los delitos de agresión sexual continuado y de violencia habitual de los que también estaba acusado porque, tras la práctica de la prueba, no ha quedado acreditada la comisión de los mismos.
El condenado no podrá acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la mujer ni con ninguno de sus cinco hijos por un periodo de diez años, a contar desde que cumpla la pena de prisión. Respecto de la menor a la que amenazó, no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante tres años.
La sentencia acuerda la inhabilitación especial del penado para el ejercicio de la patria potestad sobre los cinco hijos que tenía el matrimonio. El hombre deberá indemnizar también su exmujer con 45.000 euros por las secuelas que le quedaron a consecuencia del ataque y por los daños morales. A su hija, por su parte, deberá indemnizarla con 3.000 euros por daños morales.
El procesado y la mujer se casaron en 2004 y al poco tiempo comenzaron a vivir en un domicilio del barrio del Grau de Castellón junto a los cinco hijos fruto del matrimonio, de edades comprendidas entre los 4 y los 15 años.
Según declara probado la sentencia, el 1 de octubre de 2022 la víctima le manifestó su intención de divorciarse. Ese día, la pareja comenzó a discutir, después de que la mujer hubiera escondido los cuchillos por el temor a una reacción violenta de su marido.Cuando el penado fue hasta la cocina a buscar un arma, la la mujer salió al rellano para pedir ayuda, pero el hombre fue a por ella, le cogió con fuerza del pelo, la introdujo de nuevo en el domicilio y le propinó puñetazos que la dejaron aturdida.
Mientras el hombre seguía buscando un cuchillo, la hija de 13 años de la pareja intentó ayudar a su madre a levantarse del suelo, lo que descubrió el condenado, que la persiguió por las escaleras con el cuchillo en la mano sin conseguir darle alcance. La mujer aprovechó esta circunstancia para refugiarse en casa de unos vecinos, pero poco después decidió volver a su vivienda, donde el resto de hijos se habían quedado solos.
Fue entonces -siempre según lo recogido por la resolución judicial- cuando el agresor la derribó de un puñetazo, la arrastró del pelo hasta la cocina y le asestó diversas puñaladas en la nuca y el cuello con un cuchillo de 15 centímetros de longitud. Como no podía clavarle el arma porque era de punta redondeada, intentó degollarla, pero no lo logró, primero porque ella se protegió con las manos el cuello y la cara y luego porque dos vecinos cogieron de los brazos al condenado y le golpearon en la cabeza con un cajón de madera.
De resultas de la agresión, la víctima sufrió diversas contusiones y heridas de las que tardó 14 días en curar y que le dejaron múltiples cicatrices en la cara, cuello y las extremidades superiores.
La sentencia no es firme y se puede recurrir ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.