Llevar la casa a cuestas está de moda. Quién le hubiera dicho al doctor inglés William Gordón de que aquella locura de llevar una oficina flotante en 1885 para dedicarse a la escritura mientras viajaba, derivaría en toda una industria vacacional casi un siglo y medio después. La caravana que sirvió luego como lugar de trabajo, se convirtió en los años 60 en refugio para posibilitar vacaciones de cientos de turistas de Europa central que llegaban a los campings de España buscando el mar y la playa, fue el boom de los campings y de esta forma de hacer turismo tan peculiar y tan en contacto con la naturaleza.
En la provincia de Castellón, algunos municipios como Morella ya vieron cota de mercado en este tipo de turistas hace 15 años y se apresuraron por articular la primera área de autocaravanas municipal de nuestra provincia. Fue una visión premonitoria porque esta área con más de 50 plazas tiene ocupación los 365 días del año y aporta un goteo de riqueza continuo al municipio sin suponer una competencia con la hostelería local.
Y si el sector del turismo con autocaravanas es especialmente emergente este verano con el alquiler de vehículos, no lo es menos la industria de la fabricación que tiene en la provincia de Castellón la principal empresa productora española de este tipo de vehículos: Benimar en Peñiscola. La firma de 300 empleos directos y 200 más indirectos a talleres de mecánica e industria del mueble en la comarca. Benimar produce 5000 autocaravanas al año, unas 1000 se consumen en España y el resto se va a Europa. Si el perfil de quien alquila caravanas se ha diversificado, también lo ha hecho el del potencial comprador: antes jubilados con poder adquisitivo, ahora cada día público más joven que ve en este sector un estilo de vida.