La Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Peñíscola se verán las caras en los tribunales por las medidas anti-turistas adoptadas por la localidad castellonense. El consistorio puso bloques de hormigón para cerrar accesos a la localidad y el Gobierno ha hecho que los retiren y ha interpuesto un contencioso-administrativo contra el gobierno del municipio. Su alcalde, Andrés Martínez, defiende que las medidas velaban por la seguridad de los ciudadanos y cree conveniente una urgente rectificación.
Martínez crítica que otros ayuntamientos con medidas similares no han sido tan castigados como Peñíscola. Además, defiende que las vallas de hormigón cerraban vías de acceso al municipio pero dejaban dos carreteras para una correcta circulación controladas por agentes de seguridad. Ahora, en los tribunales, asegura que seguirá defendiendo que las medidas son la mejor opción para su localidad.
El Ayuntamiento retiró los bloques de hormigón tras la orden de la Delegación del Gobierno pero sigue insistiendo en que lo mejor sería que ordenasen a todos los municipios su colocación.